No ayudaron ni los presagios más oscuros. Cuando Esperanza Aguirre, uno de los baluartes históricos del PP, habló de que el futuro y la seguridad podría estar en peligro para miles de familias españolas, lo único que quería decir en realidad es que cualquier voto que no fuera a parar al PP sólo serviría para poner en riesgo el crecimiento económico del país. Ya auguraron los populares, antes del 20 de diciembre, que Mariano Rajoy podría estar encaminando una encrucijada amarga que convertiría los resultados de las elecciones generales, donde el PP repitió como fuerza más votada, en una victoria tan amarga como irónica. Las últimas palabras de Pedro Sánchez, después de su viaje exprés a Portugal, no han hecho más que confirmar lo que ya nadie se atreve a negar: salvo milagro inesperado de última hora, a Mariano Rajoy no le salen las cuentas y España está abocada a un período de incertidumbre para determinar si será posible esquivar unas nuevas elecciones con un gobierno de izquierdas presidido por Pedro Sánchez.

Cuando el ahora presidente en funciones, subido al balcón de Génova 13, y con una expresión facial que se diferenciaba de aquel alegre paseíllo de 2011, anunció que iba a «intentar formar un gobierno estable», lo hizo de manera compungida. Como si ya supiera que le iba a faltar alguien con quien pactar. Con el único apoyo de Ciudadanos y sin la posibilidad de recurrir al tradicional sostén de CIU, ahora fagocitada en su espiral independentista, no da para formar un gobierno popular.

A pesar de que la sombra del escenario nacional sea alargada, la vida sigue en los partidos a nivel provincial y el año 2016 comienza con la digestión de los resultados electorales que se convierten en el termómetro que mide el funcionamiento interno y la capacidad de los líderes provinciales para dirigir a los partidos en Málaga. Con un análisis dispar y en función de las características de cada formación, se afrontan unos meses que están condicionados por lo que ocurra a escala nacional.

Una mirada a la provincia

De forma mucho más apurada que en las pasadas elecciones de 2011, el PP logró repetir victoria en Málaga basándose en la recuperación de la capital y en su supremacía en las grandes ciudades del litoral. La particularidad de estas elecciones han estado en el cabeza de lista popular para el 20D. Encabezada la candidatura por José María García Urbano, el presidente del PP en Málaga, Elías Bendodo, apoyado en el presidente regional, Juanma Moreno, ha hecho buena su apuesta por el alcalde de Estepona en decremento de Celia Villalobos, y ha sabido sacarle provecho a la jugada de amortizar a Villalobos. Los resultados en la provincia, a pesar de haber sido malos, han logrado apuntalar su posición. El PP lo que afronta ahora es un problema de cantera. El partido, que en la provincia gira en torno al trío formado entre Bendodo, García Urbano y De la Torre, ve ahora cómo se le caerán dos cartas casi de golpe. García Urbano, de forma inmediata haciendo su entrada en el Congreso de los Diputados y De la Torre apurando su último ciclo político.

El PSOE sufrió una caída en las elecciones generales en la provincia, en una campaña capitaneada por el secretario general malagueño, Miguel Ángel Heredia. El objetivo con el que partían los socialistas era claro: ganar. No pudo recuperar el terreno y se quedó en los tres diputados. A pesar de que el partido hace un análisis crítico de los resultados, la figura de Miguel Ángel Heredia no está cuestionada y el partido se presenta cohesionado a nivel interno. El PSOE quiere demostrar ahora con las numerosas alcaldías que ha recuperado que se puede gobernar de manera eficaz desde la izquierda. El congreso provincial no está previsto que se celebre antes del verano, y una vez que esté despejado todo el panorama a nivel nacional.

En Ciudadanos el futuro va muy en sintonía con las críticas planteadas por la dirección nacional después de las elecciones del 20D. Tras un crecimiento rápido, y aunque los resultados hayan sido satisfactorios en la provincia, la formación naranja afronta la creación del comité provincial, que estará bajo la batuta del parlamentario andaluz, Carlos Hernández White.

Podemos que, al igual que Ciudadanos ha hecho su irrupción en el Congreso con dos diputados, quiere apuntalar sus estructuras en la provincia, donde Alberto Montero ha demostrado su capacidad para llevar al partido hacia unos buenos resultados. La dimisión del aún secretario general en la capital, José Vargas, sólo es ya cuestión de tiempo.

En IU, a pesar de los malos resultados, José Antonio Castro seguirá siendo coordinar de la formación. El congreso provincial se espera no antes de 2017.

Carlos H. White. Presidente del comité provincial

Respaldado por el partido

Es el hombre elegido para dotar de estructura a Ciudadanos por la cúpula nacional. Cuando se haga oficial su condición como presidente del futuro Comité Provincial, se habrá puesto también fin a las voces que pedían unas elecciones entre la militancia para designar este puesto. Cuenta con el aval de los buenos resultados de C´s en la provincia.

José A. Castro. Coordinador de IU en Málaga

Coordinar hasta 2017

El análisis que se hace en IU de las elecciones es que la tradicional fuerza de izquierdas ha sido la principal damnificada por una ley electoral injusta. A pesar de no haber podido repetir el escaño que dejó Alberto Garzón en 2011, no se cuestiona la figura de su coordinador en la provincia. El próximo congreso provincial se celebrará en 2017.

Alberto Montero. Diputado de Podemos por Málaga

Capacidad de liderazgo

Alberto Montero, considerado como una de las personas más cercanas al núcleo duro de Podemos, entre ellos el propio Pablo Iglesias, ha capitaneado Podemos hacia unos resultados que le dan legitimidad para ser el hombre fuerte del partido en la provincia. Sobre el futuro de Podemos en la capital, afirma que espera la pronta dimisión de José Vargas.

Miguel a. Heredia. Secretario General del PSOE

Cohesión a pesar del resultado

No logró cumplir con el objetivo de ganar las elecciones del 20D en la provincia. A pesar de hacer un análisis crítico de los resultados, los socialistas malagueños piensan que Heredia representa una nueva generación que está llamada a liderar al partido en los próximos años. No se espera que se celebre un congreso provincial hasta el verano, como muy pronto.

Elías Bendodo. Presidente del PP en Málaga

Villalobos, en segunda línea

Le salió bien la apuesta de poner a José María García Urbano como cabeza de lista. Apoyado por Juanma Moreno, al final se fraguó su voluntad de relegar a Celia Villalobos en la lista. Los resultados, aunque lejos de los obtenidos en 2011, le han dado la razón. El análisis compartido es el de que con Villalobos a la cabeza, el PP hubiera perdido más votos.