Las 17 familias de la calle San Félix Cantalicio, 6, que el pasado mes de marzo de 2015 estrenaron sus viviendas sociales del Instituto Municipal de la Vivienda, no podían imaginar que tendrían como vecino a un grupo de ratas que siguen campando a sus anchas por la calle. La culpa la tiene un solar abandonado, justo enfrente de la promoción municipal, que además linda con la parte trasera del Colegio Divina Pastora y hasta hace poco con el antiguo convento y cuartel de Capuchinos, que ahora está separado del solar unos metros por las obras de una salida de emergencia del colegio.

Fuentes del Colegio Divina Pastora, dependiente de la Fundación Victoria de la Diócesis de Málaga, informaron ayer a este periódico de que tuvieron que desratizar el centro estas pasadas navidades al localizar ratas por los pasillos. El colegio pagó 250 euros por la desratización, destacaron estas fuentes.

Pero la peor parte se la llevan los vecinos de la promoción municipal. «Las ratas corren por aquí como Pedro por su casa», critica Ana Rodríguez, que vive en uno de los bajos del edificio. «El otro día estaba sentada en el salón de casa y vi una rata enorme por el muro», cuenta.

La convivencia con el solar le obliga a ella y a su marido, Jaime Igorra, a tener todo el año las ventanas de casa cerradas. El panorama sólo cambió en marzo, cuando se inauguró el bloque: «El solar tenía una puerta y por ahí entraban y salían para drogarse. Protestamos y vino el Ayuntamiento y la tapió y quitó toda la porquería», resume Jaime.

Pero con los meses los arbustos han vuelto a crecer y algunos desaprensivos continúan lanzando dentro bolsas de basura, se queja Ana Rodríguez, que también recuerda que los niños suelen meterse dentro «y hace poco sacaron una serpiente».

Además de ratas, la suciedad del solar provoca que proliferen las cucarachas y que en verano los mosquitos conviertan en muy complicada la vida en el bloque del IMV.

En cuanto a las gestiones hechas por los vecinos, Ana confiesa estar «cansada de las veces que he ido al distrito de la plaza de la Merced a hablar con la secretaria de la concejala». Esta vecina ha llegado a hablar con el alcalde y a pedirle «como favor», que el Ayuntamiento limpie el solar. «Me dijo que estuviera tranquilo, que con el tiempo se limpiaría y llevamos así nueve meses», se lamenta.

Los vecinos no tienen claro de quién es la parcela, pues aventuraban que podía ser del Obispado pero fuentes del colegio Divina Pastora señalan que pasó a un privado y que ahora podría ser municipal. La Gerencia de Urbanismo, sin embargo, confirmó a última hora que el solar no es de propiedad municipal.

Limpiarlo como en marzo. En cualquier caso, los inquilinos del IMV reclaman al Ayuntamiento que vuelva a limpiar el solar, como ya hizo en marzo del año pasado y también piden que no vuelva a producirse el abandono de la parcela, por eso proponen varias cosas: «Aquí se podía hacer un campo de fútbol o de baloncesto», comenta Jaime Igorra, mientras que Pedro Martín, otro vecino de la calle San Félix Cantalicio, 6, propone que el solar dé paso a un parque infantil con varios bancos.

Los vecinos aprovechan para recordar que en la calle faltan todavía tres farolas, las que corresponden a su bloque. Como el tramo de la calle está a oscuras, «por la noche dejamos encendidas las luces del portal», cuenta Jaime.