El curso se acaba de forma precipitada para La Cónsula y La Fonda. Los liquidadores de ambos consorcios han comunicado al jefe de estudios, profesores tutores de cocinan y sala y representantes de los trabajadores de ambas escuelas que se interrumpe cualquier actividad formativa ya que no se dan las condiciones necesarias para garantizar el funcionamiento normal de ambos centros. Más allá, incluso, de que los profesores volvieran a trabajar sin cobrar.

Como ha informado La Opinión de Málaga en su edición de hoy, la cuenta corriente de La Cónsula tiene un saldo negativo de 29 euros. Y en caso de que volvieran las clases, solo habría gas para tres días. Por este motivo, los liquidadores se han plantado ante los incumplimientos reiterados de la Junta de Andalucía, que por su parte, continúa con el proceso de integración de las escuelas en el SAE.

Sin embargo, una cosa es este procedimiento, que en el mejor de los escenarios posibles no se llevará a cabo hasta los primeros días de marzo, y otra distinta es que las escuelas no tienen ni un céntimo para continuar las clases. De hecho, los liquidadores han informado de que el curso legal para integrar a las escuelas en el SAE se mantiene "y el tiempo que requiera lo marcará la duración reglamentada de la Auditoria, cuyos trabajos ya han comenzado".

Pero este proceso nada tiene que ver con la imposibilidad de que las clases puedan reanudarse. El curso debió empezar el pasado 7 de enero "y que no ha comenzado sencillamente porque no tenemos recursos económicos para afrontar los gastos que requiere la formación de los alumnos". Tan claro como que mientras que la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio no encuentre la herramienta financiera que le permita pagar su parte del presupuesto de liquidación, aprobado en el consejo general, las clases no se pueden iniciar.