­Hace una semana que la dirección gerencia de los hospitales Carlos Haya y Clínico comunicó a Cipriano Viñas, que durante doce años ha sido director de Enfermería, su cese. Una decisión que ha pillado por sorpresa a los trabajadores y al propio Viñas, que lleva en gestión 18 años.

Una semana después fuentes de los hospitales públicos han confirmado a este periódico que la dirección de Enfermería se dividirá en dos, de modo que habrá un director para el complejo del Clínico -este hospital, el Marítimo de Torremolinos y Barbarela- y otro para el de Carlos Haya -el hospital que lleva su nombre, el Materno Infantil, el Civil y el Care Manuel Estrada-. El sistema quedará, por tanto, como antes de la fusión, una decisión que trabajadores y sindicatos han interpretado como un paso atrás en la fusión de los hospitales, realizada por la anterior gerencia a finales del año 2012.

Ahora, las juntas de enfermería de los dos complejos conformadas por enfermeros, auxiliares, matronas, fisioterapeutas y técnicos presentarán sendas ternas a la dirección gerencia de los hospitales, que elegirá a quien considere que se ajusta mejor a los criterios para dirigir y gestionar el trabajo de miles de trabajadores.

El secretario de Organización de FSP de UGT, Juan Miguel Contioso, reconoció ayer que esta decisión es «acertada» desde el punto de vista organizativo. «Fue una mala maniobra del anterior equipo directivo y que toca resarcir, ha creado grandes heridas que tardarán en cicatrizar», manifestó, mientras apuntó a que la división de la dirección de enfermería es el primer ejemplo de lo que será una constante en la sanidad pública de la capital.

Tal y como publicó este periódico hace unas semanas, ya han sido varios los servicios que han pedido dar un paso atrás en la fusión. Según UGT, los que estarían más próximos a separarse serían los de Oncología Médica y Radioterápica, Cirugía, Ginecología y Laboratorio. La única unidad que nunca terminó de cuajar y que primero se separó fue la de Contratación de Personal.

Y es que, según cuenta Contioso, la fusión de los hospitales de la capital malagueña es la única que funciona mal. «Sólo se llegó a hacer aquí y en Granada y Huelva, donde va bien porque en el primero tienen un macrohospital y en el segundo la distancia de un centro a otro es de 60 metros», señala.

Hay que recordar que en diciembre el consejero de Salud, Aquilino Alonso, manifestó que su departamento no descartaba «desfusionar» servicios si los sanitarios demostraban que estos no fusionaban. Alonso respondía así a preguntas de los periodistas a consecuencia de las quejas de los trabajadores de los profesionales del laboratorio del Hospital Clínico de Málaga, que han manifestado, a través del Sindicato Médico, sentirse ninguneados frente a la gestión de la dirección y que criticaban que la realización de determinadas pruebas se trasladaba de hospitales sin contar con la opinión de los profesionales sanitarios.

El máximo responsable de la sanidad andaluza señaló que, ante las quejas de los profesionales de ciertos servicios, se sentarán para saber qué ocurre. «Si se pueden corregir las cosas que no funcionan y los planteamientos organizativos, si se ve que no tiene ninguna solución, no podemos hacer cosas contra natura ni que empeoren los resultados que teníamos previamente», señaló Alonso, que indicó que allí donde haya problemas se revisará para ver qué se puede hacer por mejorar la gestión sin cerrar la puerta a separar ciertos servicios en caso de que fuera necesario. «Creemos que trabajar en conjunto aporta mucho, pero allí donde no aporte habrá que revisar por qué no y tomar las decisiones en consecuencia».

La fusión de hospitales fue una medida de ahorro de la actual consejera de Hacienda, María Jesús Montero, que entonces dirigía la Salud de la comunidad autónoma. La administración sanitaria andaluza anunció que iban a desaparecer 71 puestos directivos de su organigrama. En Málaga, esta medida afectaba a ocho puestos, que desaparecían, y sólo en esta provincia se ahorraban 540.000 euros. En el total andaluz el ahorro era de 4,9 millones.