A Manuel Fernández Martín (Casabermeja, 1973) la vocación por la Historia del Arte le llegó al ser consciente de las maravillas que la tradición había conservado en su pueblo natal como el corpus («sin duda el mejor de toda la provincia») y la persistencia en la Semana Santa de los centenarios correones para portar los tronos.

Apasionado del arte sacro, el mundo cofrade e historiador del arte, en 2012 se plantea «desarrollar aquello para lo que me he estado preparando» y de ahí el doble nacimiento, por un lado de la editorial Crismón (en recuerdo del anagrama de Cristo, XP) y por otro de la colección que él dirige y escribe sobre las parroquias de Málaga. En estos dos últimos años ha publicado tres libros, los dedicados a Alfarnatejo (parroquia del Santo Cristo de la Cabrilla), Alfarnate (parroquia de Santa Ana) y Comares (parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación).

Pero como precisa, «parroquia en su concepto amplio, la demarcación que el párroco tiene que atender y que puede tener otros templos o ermitas aparte de la parroquia donde está la sede del párroco, el ordinario».

Y la amplitud de miras también se aprecia en el enfoque de la colección, que no sólo ofrece un repaso al patrimonio sacro de los pueblos de Málaga sino que habla, y mucho, de Historia. «Tirando de los libros parroquiales y de repartimiento puedes reconstruir la historia del pueblo», resalta y pone el ejemplo de Alfarnate, a donde llegan en la repoblación vecinos de Vélez pero que a su vez provenían de la zona de Córcoles, en Guadalajara, «y hay en Córcoles un monasterio de la Virgen de Monsalud, la patrona de Alfarnate, aparte de que hay elementos gastronómicos que coinciden con el radio de Córcoles».

En el caso de Comares, se trata la marcha de los moriscos del pueblo, al seguir la orden de Felipe II de distribuirlos «por todos los lugares de estos Reynos». En su lugar llegaron vecinos cristianos viejos, la mayoría de Lucena.

La editorial ya está en conversaciones con los ayuntamientos de Colmenar, Alhaurín de la Torre y Benamargosa, que podrían ser las próximas entregas. Se trata de ediciones gratuitas, repartidas por los propios consistorios y hasta la fecha la Diputación ha colaborado en los dos últimos libros.

Cada uno de los volúmenes tiene detrás un trabajo intenso, de muchas horas en archivos como el Diocesano, el Municipal de Málaga, el Histórico Provincial pero también los archivos de Medinaceli y Simancas. Por eso, Manuel Fernández destaca que para poder abarcar buena parte de la provincia «se necesitaría el compromiso de las administraciones para dar a conocer el patrimonio sacro de la Diócesis».

Archivos y artesanía. El trabajo editorial también le ha abierto otras puertas y en la actualidad está organizando y recuperando el archivo de Alfarnate, que tiene documentos a partir del siglo XVII.

Por otro lado, Manuel Fernández ha participado en el montaje y es autor de varios centros de interpretación de pueblos de Málaga y la faceta de amante del arte se prolonga en el trabajo que realiza con su mujer, María Jesús Galiñanes -con la carta de artesana en dorado y policromía- de policromar el suelo de los tronos de varias cofradías malagueñas.

La Historia del Arte, aplicada al patrimonio sacro y cofrade de nuestra provincia.