Calles amplias, sin apenas obstáculos y con el peatón como prioridad absoluta y el coche limitado a la entrada y salida de dos aparcamientos cercanos. La reforma del entorno de la Catedral ha completado ofreciendo una nueva cara para las calles Postigo de los Abades, Molina Lario e, incluso, Cortina del Muelle. No todas las opiniones han sido favorables, con numerosas críticas por la falta de mobiliario urbano y árboles, eliminando incluso el pequeño jardín que había en la trasera de la Catedral.

Urbanismo se defiende. Destaca que esta apuesta tiene su justificación. Por un lado, la Junta de Andalucía, que aportó el 60% del presupuesto, exigió que se eliminarán los obstáculos visuales que pudieran entorpecer la visión de la Catedral. Un planteamiento asumido también por Urbanismo, como defiende el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, quien destaca que considera que es un criterio acertado por parte de la Consejería de Cultura. En todo caso, insiste en que el criterio de Cultura estaría por encima del resto.

Otro elemento que se ha tenido en cuenta es la creciente saturación de las principales calles del Centro. La afluencia de muchos malagueños en las fechas claves se deja notar en la movilidad de la zona, muy limitada para el peatón. Además, el crecimiento turístico de la ciudad y la llegada de cruceros hace necesario disponer de más zonas de paseo que amplíen los recorridos turísticos.

La intención de la Gerencia de Urbanismo es que Molina Lario pueda descongestionar la calle Larios y su entorno más cercano, absorbiendo un mayor número de peatones que permita hacer más cómodo el paseo por el Centro y previendo un incremento del turismo en los próximos años.

De forma paralela, Urbanismo ha planteado la protección de este entorno ante la posible concesión de licencias para terrazas, limitando éstas a una única fila de sillas y mesas por local de hostelería y que deberá ir obligatoriamente pegada a la fachada.

Pomares destacó que es una medida que busca el equilibrio y que esta calle no pierda aforo para el paso de peatones.

El concejal de Ordenación del Territorio destaca que esta medida ha sido consensuada con los vecinos y hosteleros de la zona, que además han pasado de no tener posibilidad de instalar una terraza a disponer de espacio, aunque limitado para no causar problemas a los habitantes y a los peatones.