En octubre del año pasado el Ayuntamiento aprobó una moción de Málaga para la Gente, con el apoyo de todos los grupos municipales, para que la marquesina de Renfe, el pórtico de entrada de la antigua estación de tren, sea restaurada y «ubicada en un lugar adecuado y digno de su importancia». La moción se presentó en el año en que se recordaba el 150 aniversario de la llegada del ferrocarril a Málaga.

Para el malagueño Francisco Mejías, de 75 años, último trabajador de la Vers con vida que realizó la remodelación de la marquesina en 1965, lo ideal «es que vuelva a su sitio, no a otro lado».

Francisco, que contó la historia de la remodelación de la marquesina el pasado 18 de diciembre en La Opinión, una obra en la que también participó su padre, llamado igualmente Francisco, ha dado ahora un paso más y desde el jueves de la semana pasada lleva recogidas cerca de 250 firmas de ciudadanos «para la instalación de la marquesina junto a la estación».

Este jubilado malagueño, que dejó la Vers como jefe del taller de calderería en 1976, cuando cerraron las instalaciones que estaban junto al actual Parque Huelin, no se ha puesto una meta en la recogida de firmas pero sí quiere regresar al pleno municipal, en el que ya intervino en octubre de 2015 para pedir la recuperación de la estructura de hierro. «De número de firmas quiero llegar al máximo, no me voy a cansar hasta que me llamen otra vez en el pleno», reconoce.

Para la recogida de firmas ha escogido el bar del mercado de Huelin, al que acude entre semana a las 9.30 «y allí estoy un par de horas». Francisco ha escogido el bar del mercado porque es el barrio de los talleres de la Vers. «Entré en la Vers en el 56 y estoy más tiempo en Huelin que en mi calle», reconoce. El antiguo jefe de calderería (desde 1971 hasta el cierre de la Vers) cuenta que la mayoría de las firmas recogidas provienen de personas mayores que han conocido el trabajo de los famosos talleres, en los que entró con solo 14 años.

En el trabajo de la fachada de la estructura ferroviaria, que todavía conserva elementos originales de la década de 1860, recuerda que en calderería trabajaban «tres hombres como máximo haciendo el frontal de la marquesina», mientras que de las cerchas se encargaban «seis o siete hombres», entre ellos su padre. «La hicimos en la Vers y luego las piezas se llevaron a Renfe y allí se montaron», destaca.

El sueño de Francisco Mejías sería el regreso de la marquesina a su emplazamiento original, al menos la fachada de la antigua estación y que una placa recordara a los trabajadores de la Vers que remodelaron esta histórica estructura. En octubre de 2015, con motivo de la moción municipal, el grupo municipal socialista dio a conocer unas fotos de la marquesina desmantelada, en mal estado y a la intemperie, en los almacenes municipales de El Duende.

El calderero de la Vers quisiera intervenir en el pleno de nuevo y que se discutiera el emplazamiento. Para Francisco Mejías no hay lugar más digno que el sitio en el que estuvo instalada durante cerca de 140 años la primera estructura de hierro de Málaga.