La provincia de Málaga sigue creciendo en población y pese a que la comunidad extranjera está perdiendo peso de forma acelerada. El padrón situó la población de la provincia en 1.628.973 habitantes a 1 de enero de este año, 7.005 habitantes más que hace un año y gracias al tirón de las localidades del litoral, que son las que más habitantes ganaron en un año.

Málaga capital (2.217 habitantes más), Mijas (1.962), Fuengirola (1.669), Marbella (858), Nerja (536), Estepona (514), Rincón de la Victoria (447) y Benahavís (445) son los municipios que más habitantes recibieron en términos absolutos el año pasado y los que tiraron del carro demográfico de la provincia.

De hecho, son sólo 34 municipios malagueños los que ganan población respecto al año pasado, además de otros cinco que mantienen los mismos datos que en el anterior. En cambio, son 62 los municipios que pierden población, aunque a un nivel más lento que los que ganan.

Estos datos muestran que el litoral sigue ganando peso respecto al interior de la población, donde los grandes municipios como Ronda y Antequera siguen perdiendo población, con 532 y 289 habitantes menos, respectivamente. De hecho, estos municipios, junto a Torrox y Benalmádena, lideran la pérdida de habitantes en la provincia.

Curiosamente son esas dos localidades costeras -Torrox y Benalmádena- las únicas que pierden población de la costa. Y lo hacen con cifras muy altas respecto al resto de la provincia. La localidad axárquica se deja 394 habitantes, mientras que Benalmádena reduce sus habitantes en 341 vecinos. Además, Torremolinos no pierde población, pero sí que se estanca su padrón por la fuga de extranjeros, de los que se marchan 690 en un año, lo que limita el crecimiento de su población a sólo 139 habitantes.

Como curiosidad, el mayor crecimiento porcentual de población se dio en Atajate, donde el padrón se incrementó un 18,79% en un año, al subir de 133 a 158 habitantes, aunque sigue siendo el más pequeño de la provincia.

Población extranjera. El crecimiento en el padrón, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), mantiene la tónica de estos últimos años, con una recuperación de la población nacional y una reducción de la inmigrante a un ritmo importante por la marcha de habitantes de nacionalidades que tradicionalmente se instalaban en Málaga. Así, a 1 de enero de este año la provincia contaba con 5.505 extranjeros menos que un año antes, una reducción del 2,17%.

Estas cifras situaron a los inmigrantes afincados en Málaga en 247.903, el 15,28% del total de la población de la provincia, cuando antes de la crisis representaban el 16% del total.

Ocurre un hecho curioso como es que la población extranjera esté registrando sus mayores incrementos en pueblos pequeños, frente a los grandes municipios de la costa. Atajate, Benahavís, Benamargosa, Viñuela, Faraján o Genalguacil deben mucho de su incremento del padrón a que se afinca más población extranjera en estos municipios.

Los inmigrantes procedentes de otros países de la UE, África y América están a la baja de forma apreciable, con la marcha de 3.980 vecinos originarios de países americanos; 1.093 africanos (Marruecos y Nigeria, fundamentalmente) y 2.002 de otros países de la UE, sobre todo del Reino Unido, con 1.408 habitantes menos.

La llegada de inmigrantes de otros países europeos que no pertenecen a la UE es el único que crece, con Rusia y Ucrania como principales países emisores, con 407 y 508 habitantes más, respectivamente.

También crecen nacionalidades asiáticas, fundamentalmente chinos, con un saldo positivo de 211 inmigrantes más procedentes de este país. Más lejos le sigue Pakistán, con 13 empadronados más procedentes de este país.