­El Colegio de Enfermería reivindica la especialización para evitar la discriminación entre las distintas ramas de la profesión y para mejorar la atención al paciente.

El colectivo, que inicia un nuevo año con distintos proyectos y planes para poner en valor la profesión, hizo ayer una declaración de intenciones en lo que se refiere a la profesión. Sólo en Málaga representan a 6.000 trabajadores sanitarios.

El presidente del Colegio de Enfermería en la provincia, Juan Antonio Astorga, manifestó en un encuentro con la prensa que entre sus prioridades para 2016, una vez aprobado el presupuesto, está la reforma de la sede para hacerla más accesible, un cambio en los estatutos que dotarán a la institución de una mayor transparencia y una apuesta decidida por la formación de profesionales con más de 90.000 euros.

Entre las principales líneas del equipo de Astorga se encuentra la apuesta por el reconocimiento de los enfermeros especialistas, entre los que se encuentran las matronas, los de Salud Mental, Trabajo, Geriátrica, Pediátrica, Familiar y Comunitaria y Médico-quirúrgica. La propuesta es promocionar la consideración de esta formación reglada como un valor diferencial y un esfuerzo académico notable, que hoy por hoy no añaden posibilidades en el terreno laboral. «Aquí una enfermera tiene que servir para todo», manifestó el presidente, que lamentó que, pese a la formación extra que hacen aquellos que deciden especializarse, salvo las matronas todas estas especialidades estén en un «limbo» que no prima la especialización sobre el resto, por lo que la selección de la bolsa de trabajo a menudo envía profesionales a servicios que requieren de una formación extra a profesionales que no conocen el área, dejando para otras áreas a quiénes sí están especializados y específicamente formados para otras.

Por ello, Astorga confía en que poco a poco se tengan en cuenta estos criterios con los que sí se trabaja en otras comunidades autónomas, como Extremadura con el objeto de prestar una mejor asistencia al ciudadano y apostó por que los profesionales pasen por una reválida o ITV que evalúe sus capacidades como ocurre en otros países como Inglaterra.

Otra de las principales preocupaciones del sector es el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Constitucional que exige la colegiación obligatoria y que podría tener en tierra de nadie a alrededor de 2.000 trabajadores que incumplen la norma y que no disponen, por ello, de un seguro de responsabilidad civil.

Asimismo, pelearán a lo largo de 2016 junto a sindicatos y trabajadores por derogar el decreto de prescripción enfermera, que entró en vigor a final de año. «Un auxiliar de farmacia no tiene el problema que ahora tenemos nosotros para prescribir un fármaco», lamentó Astorga, que tildó de «absurdo» el decreto que asegura haberles atado de pies y manos hasta el punto de no poder prescribir, ni en la puerta de urgencias, un simple paracetamol, lo que ocasiona un cuello de botella en la asistencia y un empeoramiento en la salud de los pacientes por el evidente aumento de tiempo de esperas. Por ello, la Mesa de la Profesión Enfermera ha enviado una carta a los 17 consejeros de Salud de las comunidades para advertirles de que no existe forma alguna de evitar su aplicación, todo, pese a que Andalucía fuese una región pionera en esta materia.