Málaga ha certificado, a falta todavía de los datos de diciembre, un nuevo techo anual exportador en un ejercicio, el de 2015, que desde el inicio marchaba ya a ritmo de récord. De enero a noviembre del pasado año, la provincia registró 1.630,2 millones de euros en volumen de exportaciones, con un 8,2% de crecimiento sobre el mismo periodo del ejercicio anterior, según según los datos publicados ayer por el Ministerio de Economía. Esta subida le vale para superar ya los 1.626 millones de todo el año 2014, que hasta el momento eran la mejor marca anual. Con diciembre aún por computar, Málaga se encamina ahora a cerrar el 2015 con un volumen total de ventas al exterior que podría rondar los 1.750 millones de euros.

Las exportaciones habrían subido así ya más de un 70% en relación al año 2007, cuando la mayoría de las empresas malagueñas fiaban todos sus esfuerzos a satisfacer la enorme demanda interna y no se preocupaban demasiado por cultivar el mercado internacional. El estallido de la crisis obligó a cambiar de estrategia y motivó desde entonces un ascenso gradual del nivel de las exportaciones.

¿Qué sectores son los que más han contribuido a firmar en 2015 estas nuevas cifras récord? El segmento de alimentación, bebidas y tabaco, donde se engloba el pujante sector agroalimentario, es el gran motor al concentrar el 48% de las ventas de Málaga el exterior (784 millones), con productos como el aceite y los subtropicales entre los más significativos. La agroalimentación experimenta un alza hasta noviembre del 6,2%. Le siguen en importancia las manufacturas de consumo, que aportan al total otro 14,4% (235 millones) y que suben un 15%.

La Cámara de Comercio de Málaga viene celebrando la clara tendencia al alza de las exportaciones, aunque reconociendo las carencias. Por un lado, el escaso número de firmas exportadoras. En Málaga hay unos 4.500 negocios que exportan, pero sólo 765 de ellos lo hacen de forma regular. La cifra ha subido un 40% respecto a hace unos años pero es ínfima en relación a las 56.000 empresas dadas de alta en la Seguridad Social o, por tirar de otra contabilidad, a las 108.000 sociedades activas en la provincia. Otro obstáculo es el escaso tamaño de las firmas, en un 97% micropymes a las que cuesta más dar el salto internacional.

Las cifras de comercio exterior reflejan para Málaga, por otro lado, un sensible aumento de las importaciones. Hasta noviembre crecieron un 17,9% y alcanzan los 1.558 millones, lo que confirma también la reactivación de la demanda interna y del consumo. La cifra a final de año será así la mejor desde 2008 (1.772), justo al inicio de la crisis. La balanza comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) sigue siendo en todo caso positiva (72,2 millones), aunque se reduce un 61% sobre las cifras de 2014.