Los concesionarios de automóviles de Málaga volvieron a marcar números negros gracias a los planes PIVE que impulsaron las ventas de coches en un 20,7% el pasado año. Y es que alrededor del 70% de los concesionarios malagueños cerraron en positivo su cuenta de resultados, según refleja el Informe Rentabilidad de las Redes de Distribución elaborado por Snap On Business Solutions para la patronal de vendedores Ganvam.

Según el informe, cerca del 70% de las redes de distribución de Andalucía tuvieron una rentabilidad positiva hasta septiembre, siendo Cádiz y Granada las provincias andaluzas que más concesionarios tienen con las cuentas saneadas, con un porcentaje que oscila entre el 70% y el 85%. En provincias como Almería o Córdoba el porcentaje de negocios que han recuperado la rentabilidad se sitúa en cada una de ellas sobre el 70% del total.

En el conjunto del territorio nacional, el informe muestra que la rentabilidad de los concesionarios se situó de media en el 1,5% en los nueve primeros meses de 2015, casi el doble que un año antes (0,8%). Las previsiones apuntan a que las redes oficiales cerrarán el ejercicio con una rentabilidad cercana al 2%, el doble que en 2014, cuando hace apenas tres años, seis de cada diez estaba en pérdidas

Ganvam atribuye esta mejora de los resultados, principalmente, al buen comportamiento del área de ventas, debido al impacto positivo de los planes PIVE, que han contribuido este año a superar en el territorio nacional la barrera del millón de unidades vendidas por primera vez desde que en 2008 se iniciara el desplome en cadena de las matriculaciones.

De hecho, en un análisis por áreas de actividad, las ventas de vehículos aportaron el 52% de la rentabilidad al concesionario, lo que supone siete puntos porcentuales más que un año antes, convirtiéndose en motor económico de las redes de distribución. Sin embargo, el mérito no es exclusivo del vehículo nuevo pues en estos resultados fue decisiva la contribución del vehículo de ocasión, que se consolida como solución de movilidad y deja ya un 9,1% de margen bruto en cada operación.

Por su parte, la aportación de la actividad de posventa (taller y recambio) al resultado de los concesionarios se redujo siete puntos porcentuales, hasta situarse en el 48% actual, lastrada por la antigüedad cada vez más acuciante del parque -la mitad alcanza una media de 11,6 años-, ya que, en contra de la creencia general, un coche viejo pasa menos por el taller y sus reparaciones son de menor importe.