El terremoto que alarmó a los malagueños en la mañana de ayer no es una excepción en la provincia, situada en una zona con varias fallas muy activas. Sí lo fue por su intensidad, de 6,3 grados en la escala Richter y que se situaba como el más importante desde 2004 y uno de los tres más intensos en los últimos 25 años. Que fuera en el Mar de Alborán y con un epicentro situado a 21 kilómetros de profundidad limitó el impacto de este movimiento de tierra.

Sin embargo, lo que ha puesto de manifiesto este terremoto es la importante actividad sísmica registrada en el entorno de la provincia. Nada más que durante el último año, el Instituto Geológico Nacional ha registrado 20 terremotos con una intensidad superior a los 3,6 grados de la escala Richter, límite que se estipula para determinar cuándo empieza a ser apreciado por las personas.

De estos 20 terremotos, 11 han sido registrados en las últimas 24 horas, a los que habría que sumar el seísmo del pasado viernes y que sirvió de aviso para lo ocurrido ayer por la mañana.

Estos 20 movimientos de tierra de cierta importancia se han registrado en el Mar de Alborán, Cádiz, Granada, Almería, la parte norte de Marruecos y la más occidental de Argelia. Y estos son los que destacan por su intensidad. La responsable de Prevención de Desastres Sísmicos del Instituto Andaluz de Geofísica, Mercedes Feriche, explicó que todos los días se detectan numerosos movimientos, aunque lo habitual es que sean de poca importancia y apenas reseñables.

Esta tendencia, casi continuada desde 2004, se rompió ayer por la mañana con el terremoto de 6,3 grados que se sintió en Málaga a las 05.22 horas. Su epicentro estaba situado bajo el Mar de Alborán, lo que atenuó sus consecuencias. Hay que recordar que uno menos fuerte que éste ocurrido en Lorca -de 5,1 grados- ocasionó numerosos daños. En esa ocasión el epicentro estaba tierra adentro, cerca de la superficie y junto a la población murciana.

El movimiento de ayer está entre los tres más intensos de los últimos 25 años, después de los registrados en 1994 y 2004, éste último con una intensidad de 6,3, pero con un saldo de 628 muertos en Alhucemas (Marruecos).

Réplicas y tsunamis. Mercedes Feriche reconoce que las réplicas van a ser usuales durante las próximas dos semanas, aunque insiste en que serán de menor intensidad que el movimiento principal de ayer por la mañana. De hecho, Durante las trece horas siguientes al terremoto principal el Instituto Geográfico Nacional contabilizó 72 réplicas diferentes, cinco de las cuales superaron la intensidad 4 de la escala Richter: A las 05.34 horas (4,5 grados); a las 06.54 y 07.10 horas (4,6); a las 09.25 horas (4,1); y a las 15.52 horas (4,4), siendo estos los que pudieron dejarse sentir con más intensidad.

Un aspecto que hizo saltar las alarmas tras el primer terremoto fue la posibilidad de que ocurriera un tsunami, ya que el epicentro se situaba en el Mar de Alborán, a 162 kilómetros del litoral malagueño y frente a las costas de Marruecos. Sin embargo, Feriche puntualizó que esta posibilidad estaba fuera de toda previsión al no cumplir con las condiciones mínimas para provocarlo, como que fuera de una magnitud igual o superior a 7 y a menos de 10 kilómetros del fondo marino (se situó a 21 kilómetros de profundidad).

El presidente del Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), Luis Suárez, descartó que se produzca otro terremoto de más intensidad, algo que considera con una probabilidad escasa. Suárez recuerda que el Mar de Alborán es una «zona activa» desde el punto de vista tectónico y que ya la semana pasada se produjeron terremotos de magnitud inferior, lo cual muestra que «la placa del mar de Alborán está liberando energía lentamente».

No obstante, el Colegio aprovechó para denunciar que España sigue «sin actualizar la normativa sismorresistente», una de las medidas «más eficaces» para prevenir los daños causados por los terremotos. La actual normativa, que obliga a los edificios a construirse con unas medidas para evitar daños en terremotos, es de 1996.