­La provincia de Málaga ha culminado el 2015 con el mayor censo empresarial a cierre de un año de los ocho últimos ejercicios, alcanzando un total de 56.330 firmas adscritas al Régimen General de la Seguridad Social. En los últimos doce meses, el tejido productivo ha aumentado en casi 3.000 nuevas empresas, lo que confirma que hay un mayor ánimo emprendedor en un clima de reactivación económica, según afirma la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). Para encontrar un volumen de empresas más alto a final de año hay que remontarse a 2007, justo antes de que empezara la crisis y cuando Málaga contaba con casi 58.435 empresas activas y generando empleo. Tras años de recesión en que la cifra llegó a moverse en mínimos de 46.000 y 49.000, el número de firmas lleva ya tres años de suave alza interanual, aunque la de 2015 ha sido la más acusada, con un aumento del censo de negocios del 5,5% sobre las cifras del año precedente, siendo así cada vez más numerosas las nuevas empresas que se constituyen mes a mes que las que desaparecen.

El presidente de la CEM, Javier González de Lara, celebró esta evolución y constató que 2015 fue un ejercicio donde muchos proyectos empresariales encontraron el necesario clima favorable para su arranque. «Se ratifica que la creación de empresas se consolida al alza y que se vislumbra una nueva época de crecimiento, porque la demanda interna y el consumo empiezan a activarse, junto a la concesión del crédito», apuntó González de Lara, que no obstante reconoció que todavía falta mucho para poder reponer el músculo perdido. Según sus cálculos, en la provincia se han perdido desde que se inició la crisis unas 14.000 empresas y aunque numéricamente su vacío ha sido paliado en parte por la irrupción de nuevos negocios, éstos no llegan a aportar la actividad y el nivel de empleo que tenían muchas de las firmas desaparecidas.

«Se están creando muchas pequeñas empresas y negocios de autoempleo en segmentos como la hostelería o el comercio. Pero hace falta tiempo para que estas nuevas actividades pueden ganar dimensión y otros segmentos se unan a ellas», afirmó. De hecho, las cifras de desempleo siguen muy altas: la tasa de paro EPA roza el 29% mientas que el número de parados inscritos en las oficinas de empleo a cierre de 2015 supera los 181.000, un 6% menos que el año anterior.

De cara a 2016, el presidente de la CEM apuntó que la dinámica de creación de empresas tendría que mantener una buena tónica, aunque alertó de que la incertidumbre política para la formación del futuro Gobierno y la posibilidad de que haya que repetir las elecciones pueden frenar en parte la actividad y los proyectos de inversión. «Estos temas siempre infieren de forma notable. Si el escenario no está claro hay quien preferirá esperar. Por eso necesitamos sensatez y serenidad», dijo.