­Los vecinos de los 30 pisos del número 19 de la calle Lágrima no soportan más disponer de agua solo tres horas al día. Desde el pasado viernes vienen padeciendo un corte del suministro debido a la rotura de una tubería como consecuencia del hundimiento de la calzada. Todo comenzó hace unos años cuando los numerosos defectos de construcción en una vía muy transitada por el tráfico y las posteriores reparaciones mal ejecutadas ya eran visibles. Ahora que el hundimiento del pavimento es cada vez mayor el problema es aún más grave y la rotura del tubo que cruza la calzada y el aljibe situado en la zona ajardinada de la esquina con la calle Quiteria les está costando más de un disgusto a esta comunidad.

Según los vecinos, acudieron en primer lugar a Emasa, ya que la avería se produjo fuera del inmueble, es decir en la vía pública. Pero la empresa municipal, en un principio, desistió de hacerse cargo comunicándoles «que resolvieran pronto la situación ya que les van a facturar toda el agua que se está perdiendo y desperdiciando tras la rotura».

No obstante, según informaron los vecinos, finalmente Emasa se ha comprometido a aportar un informe en relación a las numerosas averías reparadas en la calle y en el que aludirá al hundimiento de la vía. Un paso que podría ayudarles a resolver el tema.

Los vecinos afectados han pedido también ayuda a Izquierda Unida al no entender que tengan que hacer una derrama para solucionar el problema. La formación ya ha tomado cartas en el asunto, remitiendo varios escritos tanto a Urbanismo como a Emasa solicitando «la reparación a la mayor brevedad, y asumir el coste de las obras y del agua derramada».