La batida de inspecciones a los bares y restaurantes que han abierto en los últimos cuatro años, que pondrá en marcha el Ayuntamiento de Málaga en pocas semanas, ha sido bien acogida por los hosteleros, que reclaman que se ponga un poco de orden en el sector. Eso sí, también piden cierta moderación en la tramitación de las multas y sanciones, de modo que no se ceben con los establecimientos y permitan que el hostelero «pueda defenderse», como insistió el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), Jesús Sánchez.

«Estos anuncios crean cierto pánico en el sector», reconoció Jesús Sánchez, quien subrayó que espera que el Ayuntamiento no impulse estas revisiones a los locales «con la intención de machacar».

«Desde Mahos hemos hecho un llamamiento a los hosteleros para que cumplan y que sean conscientes de que la Declaración Responsable hay que cumplirla», advirtió este representante de los hosteleros de Málaga, que reclamó también al Ayuntamiento que cumplan con la legalidad vigente «y se respeten los cauces de defensa que tienen los hosteleros cando se levanta un acta o reciben un apercibimiento».

Málaga ha experimentado la apertura de más de 500 nuevos negocios hosteleros en los últimos cinco años. Esta cifra de apertura se aceleró a partir de 2011 con la aplicación de la Declaración Responsable, que permite la apertura de un negocio en 24 horas con la presentación de un formulario por el que el promotor asume el cumplimiento de la ordenanza, dejando la inspección para después de la apertura. Sin embargo, la falta de inspectores y la gran cantidad de negocios abiertos ha creado un tapón en estas revisiones que se quiere eliminar con la colaboración de la Policía Local.

El presidente de Mahos afirma que ahora Málaga «es un bombón» para la inversión en el sector hostelero y turístico, por lo que conminó al Ayuntamiento a que haga cumplir la ordenanza para asegurar un cierto orden en el sector. «No queremos ni anarquía ni libertinaje, pero de eso a convertirnos en un Ayuntamiento abusivo, tampoco», matizó.

Sánchez también se mostró favorable a reformar la normativa actual de ocupación de vía pública, que ya tiene nueve años: «Málaga ha crecido mucho en ese tiempo y eso implica más infraestructura, actualización de negocios, cambios en el comportamiento de los ciudadanos y diversos aspectos que hay que tener en cuenta ahora». En esta línea, indicó que también hay que trabajar «para no concentrar toda la actividad hostelera en unas pocas calles», ampliando la oferta a más zonas de la ciudad y evitar la saturación.

Amares pide mas comunicación. La Asociación Malagueña de Restaurantes (Amares) se mostró muy crítica con la falta de contacto con el Ayuntamiento de Málaga, a quien acusa de no informar al sector: «Nos enteramos por la prensa», aseguró el gerente de la entidad, Javier Frutos.

«El Ayuntamiento no nos informa de nada», insiste Frutos, quien espera que la nueva campaña de inspección de locales suponga «el cumplimiento de la ordenanza, porque entiendo que si hay una Declaración Responsable y una licencia, el Ayuntamiento debe controlarlo».

El gerente de Amares se quejó de la imagen que se está dando del sector, ya que entiende que «estamos saliendo demasiado a la palestra y parece que incumplen todos, pero el 90% cumple con la ordenanza».

De cara a la reforma de la ordenanza, el gerente de Amares y el presidente de Mahos coinciden en reclamar al Ayuntamiento una reunión para conocer el sentido de los cambios y hacer sus aportaciones. En este sentido, Jesús Sánchez añade que hay que analizar la ordenanza entre todos los implicados y llegar a un consenso que asegure un equilibrio, no tomando medidas radicales».

El Ayuntamiento de Málaga lleva estudiando el nuevo texto de la ordenanza de vía pública desde el verano, con idea de aclarar y simplificar el nuevo texto, además de proteger al peatón de los excesos de algunas terrazas, en especial en el Centro y Teatinos.