El seísmo de 4,7 en la escala Richter que se dejó sentir ayer por la mañana en Málaga, a las 7.32 horas, fue la réplica de mayor intensidad de las registradas en el Mar de Alborán desde que se produjo el terremoto del pasado lunes a las 5.22 horas y que alcanzó una magnitud de 6,3. De hecho, hasta ayer se habían registrado más de 500 réplicas desde el lunes, pero todas con menos intensidad que la vivida por la mañana.
Según la red sísmica del Instituto Geográfico Nacionalse habían registrado hasta 54 movimientos de tierra, hasta las 12.00 horas, continuando con las réplicas del terremoto del lunes. Sin embargo, la registrada a las 7.32 fue, con diferencia, la más importante. Este movimiento sísmico ocurrió a una profundidad de 15,3 kilómetros, seis más superficial que el ocurrido el lunes y lo que explicó que se dejara sentir en muchos hogares de la provincia de Málaga.
De hecho, el Instituto Geográfico Nacional recogía en su web que se había notado en al menos 80 localidades, la mayoría de ellas en la provincia de Málaga, aunque también había avisos en las provincias de Granada y Almería.
La nueva réplica de ayer se notó con intensidad III-IV en Melilla, más cerca del epicentro del seísmo, mientras que en Málaga, Benalmádena y Marbella se sintió con intensidad II-III; y en Estepona, Fuengirola, Vélez Málaga y Nerja, con intensidad II.
El sismólogo del Instituto Geográfico Nacional Luis Cabañas no descartó que se produzcan nuevas réplicas de importancia, aunque apuntó que se irán espaciando y reduciendo en importancia durante las dos próximas semanas. No obstante, recordó que un terremoto de las características del vivido el pasado lunes producirá réplicas durante un año, aunque la mayoría sólo serán detectables por sismógrafos.
Cabañas explicó la frecuencia de las réplicas porque el terremoto del lunes no rompió la falla totalmente, pero debilitó las zonas más resistentes, que «se están rompiendo de forma secuencial». «Lo esperable es que vayan decayendo los terremotos, aunque será una serie larga en el tiempo», aseguró Cabañas.
Este sismólogo recordó que hasta ahora los datos recogidos «están dentro de lo estudiado» con una intensidad de las réplicas «normal».
Miedo en Melilla. Y si en Málaga volvió a ser tema de conversación, en Melilla esta réplica despertó de nuevo el miedo de sus habitantes. El movimiento provocó un «aluvión» de llamadas de emergencia entre los melillenses, que en un 20% de casos optaron por no llevar a los niños al colegio.
La Consejería de Seguridad Ciudadana de la ciudad confirmó que el temblor de ayer miércoles no produjo daños, a diferencia del anterior, que causó 26 heridos leves y daños materiales en viviendas, edificios, vehículos y otros materiales por valor de 11,9 millones de euros.
Llamada a la calma. Seguridad Ciudadana, además, pidió tranquilidad a los melillenses y que sólo hagan caso a fuentes oficiales por los bulos que se propagan por redes sociales por algunas personas que anunciaban suspensiones de clase o hablaban de nuevos terremotos e incluso tsunamis.
«Durante el día se sobrelleva pero en cuanto llega la noche no sabe uno qué hacer, si te acuestas estás despierta y en tensión y pensando que va a llegar otro terremoto», explicaba ayer a Efe una vecina del barrio Industrial de Melilla. «Te levantas, te pones el chándal, te vas al salón y a esperar a que acabe la noche. Estamos hechos polvo y sin ganas de nada y en alerta. No sabemos si se está mejor en casa o en la calle», añadió.
Otra vecina del mismo barrio señaló que se encuentran «completamente desesperados, es meterte en la cama, intentar descansar y cualquier réplica te pone de nuevo en estado de superalerta, que te consume». Incluso muchas personas duermen vestidas con ropa de calle y preparadas para salir corriendo, indicó otra residente.
