España, y especialmente Andalucía, tiene un «trabajo urgente» que acometer en cuanto a la rehabilitación de edificios, en tanto que el 75 por ciento de las edificaciones cumplen «con poco rigor» la normativa en materia de prevención sísmica, una situación que los expertos achacan no tanto a una cuestión económica como al «desconocimiento».

Así lo señaló a los periodistas el expresidente de la Asociación Española de Ingeniería sísmica Ricardo García Arribas, antes de participar en una jornada técnica de proyectos de I+D+i sobre Resiliencia Urbana e Ingeniería de Construcción antisísmica organizada por la Universidad de Granada (UGR).

El experto reconoce que en la actualidad la Administración no está controlando «en absoluto» que se cumpla la legislación de construcción sismorresistente, a pesar de que existe una «amenaza» y de que se trata de un fenómeno «caótico e imposible de predecir».

El especialista hizo hincapié en que el Instituto Geográfico Nacional ha publicado nuevos mapas de peligrosidad sísmica que suben los valores en zonas como Granada, Córdoba o Málaga y, aunque existen planes de prevención y normativas para tratar de reducir al máximo los daños en caso de terremoto, no se tienen en cuenta con todo el rigor necesario.

García Arribas atribuye esta situación al gran desconocimiento que existe en el conjunto de la sociedad española sobre el fenómeno sísmico, puesto que no se ha formado a los ciudadanos y se ha olvidado, en su opinión, lo más importante, «que es protegernos», afirmó, ya que incluso edificaciones creadas tras la entrada en vigor en los setenta de la normativa sismorresistente no la cumplen al pie de la letra. En este sentido, considera que España tiene un trabajo «urgente» que hacer a la hora de rehabilitar edificios, algo que en muchos casos podría llevarse a cabo sin un gran coste económico.

«El hecho de que las nuevas construcciones no estén cumpliendo la normativa no es cuestión económica sino de desconocimiento», sentenció el experto, que hizo extensiva esta situación a la obra e infraestructura públicas.

En la misma jornada técnica también participó Antonio Gómez, del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Gobierno central, quien abogó por aplicar los medios de prevención adecuados a través de la tecnología para que el impacto del fenómeno sísmico sea «el mínimo».

Gómez aludió al terremoto de gran magnitud registrado hace un año en Chile, en el que no se registraron víctimas mortales gracias, a su juicio, a que este país lleva tiempo dotándose de la tecnología necesaria, una actitud, avanzó, «digna de imitar» por España ante el peligro que representan los terremotos.

Por su parte, Carlos García Delgado, de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), aseveró que en esta comunidad existen «altas capacidades» en el ámbito académico y empresarial para desarrollar tecnologías avanzadas en este ámbito, como es el caso de materiales resistentes y diseños de construcciones frente a los seísmos.