La doctora Amalia Arce, o la «Mamá pediatra», es un referente en la red. Ayer visitó Málaga para contar su experiencia de cara a la educación digital en el noveno Symposium de Pediatría del Grupo Pediátrico Uncibay, que hasta hoy recibe a importantes expertos en la materia. Superados los ocho millones de visitas en un blog en el que comparte sus conocimientos e impresiones sobre la ciencia y la crianza, la doctora se sincera y admite que la maternidad se afronta, hoy por hoy, en solitario.

Su blog tiene miles de visitas y consultas. ¿El anonimato de la red permite que los padres se desinhiban más que en consulta?

Realmente sí, cuando pueden consultar de una manera que no es directa puede que se atrevan a hacer algunas preguntas que de otro modo no harían. Pero es cierto que en las consultas, los pacientes de siempre y que tienen una relación de confianza también me han contado cosas importantes, al final la gente te acaba buscando por todas partes.

Es una mamá pediatra. ¿Se siente más cercana a los padres y a sus miedos desde que se estrenó en la maternidad?

Por supuesto, te hace ver las cosas con mas empatía, te vuelves más generoso, entiendes mejor las cosas que los padres te explican, que van mas allá de los libros. Hay mucha diferencia del libro a la consulta, muchas pequeñas cosas no salen en los libros y la pediatría aborda toda la crianza y la salud en términos muy amplios, también está la educación, cosas familiares, sociales... Es mucho más amplio que lo que se pueda encontrar en un tratado de pediatría.

Responde dudas y escribe post aclarativos sobre noticias de salud sobre niños. ¿Qué opina de que Google se haya convertido en la preconsulta del médico?

Es una realidad que se produce, con lo cual soy de la opinión que más que ir contra el enemigo hay que unirse a él. Lo que habría que hacer es que cuando se busca algo apareciera información de calidad, por eso los profesionales estamos en la red, prohibir buscar en Google es poner vallas al campo. A mí me llegan muchas visitas a través de Google, no se puede demonizar, es verdad que a la hora de buscar información de salud deberían salir portales especializados, deberíamos guiarlos a ahí en lugar de a la barra de Google.

¿Y qué opina de los foros y de los lugares donde padres comparten información?

Hay algunas cuestiones como crianza o salud en términos amplios en los que los foros han hecho un acompañamiento muy amplio de la maternidad, hoy día las madres estamos muy solas, porque antes participaba la tribu en la crianza y se tenía más experiencia. Esas páginas ayudan a empoderarlas y confiar en sí mismas, es más peliagudo cuando se entra en temas de salud más concretos, pero la gente no es tonta, busca en internet y lee mucho, muchos tienen criterio para decir ‘esto no’.

Las nuevas corrientes del colecho, la crianza con apego o el baby led weaning están ahí. ¿Qué opinión tiene sobre estas?

La verdad es que cada cual tiene que criar a sus hijos como buenamente le parezca. Realmente no hay mucha ciencia en muchos temas que a veces se llevan a la opinión pública, hay muchas corrientes de estas con muchas ventajas para todo, como la organización familiar o la educación emocional pero hay líneas rojas que hay que tener claras. En el colecho se recomiendan cuestiones de seguridad, como que no se usen almohadas o que los padres no consuman alcohol u otros medicamentos, hay indicaciones que hay que tener en cuenta. Respecto al baby led weaning si se hace bien, hay a gente a la que le funciona, no hay que demonizarlo, pero no vale el postureo. Las cosas hay que hacerlas bien hechas, la introducción de los alimentos está muy ligada a la cultura, aquí en Andalucía se hace de manera diferente que en Galicia y también es diferente al Norte de Europa o a África. Hay evidencias de algunas cosas, con lo cual muchas tendencias son lícitas si se hacen con cabeza.

2015 fue un año decisivo para la infancia con varias decisiones respecto a las vacunas que parece que van hacia el calendario vacunal común. ¿Qué opina?

El que se planteó es de mínimos, es bastante lamentable que tengamos casi 20 calendarios vacunales, tendría que haber más consenso, depende más de una cuestión de política y economía que de salud porque al final las decisiones se toman en concepto económico y ahí vemos las diferencias. Lo de la varicela que se prohibió fue un despropósito monumental, ha habido mucha presión social, era una cosa que no había ocurrido hasta ahora y se ha arreglado, han sido tres años de muchas decisiones absurdas. Respecto al neumococo hay evidencias de que es una vacuna que disminuye la incidencia de la enfermedad y sobre la de la meningitis B tengo menos experiencia pero otros países dan buenas cifras, con lo cual todo lo que sea mejorar la salud y la prevención es bueno.

¿Ha habido alarmismo respecto a ciertas vacunas?

Sí, las cuestiones relacionadas con las vacunas que siempre habían sido temas que se trataban dentro de la comunidad científica se han divulgado de otra manera y sí que se ha generado un poco de alarma, a veces es difícil explicar a la población qué sucede y a veces ni sabemos el por qué de algunas decisiones. Las decisiones políticas y los titulares de prensa a veces generan alarma, es importante la forma de comunicar.

Ayer pronunció una conferencia sobre el uso de dispositivos móviles en niños. ¿Están desaconsejados aunque utilicen aplicaciones didácticas?

Hay que ajustar los contenidos y ver qué hacen los niños, lo que hay que hacer con ellos como tantas cosas es acompañarles, prohibir no, ver qué hacen, eso sí, a partir de los tres años, realmente más pequeños estaría bastante desaconsejado, los niños tienen que jugar con otras cosas y desarrollar sus capacidades de otra manera, a veces da la sensación de que hemos dejado de saber entretener a los niños. Pero yo no soy de prohibir, cada cosa tiene su espacio y su lugar, en el caso de la tecnología los dejamos muy solos y al final hay que irles enseñando, igual que se les enseña a cruzar la calle o a sentarse en la mesa hay que enseñarles a caminar en el mundo digital.

¿Cómo se puede evitar que quieran manipularlos si se los ven a sus padres?

El ejemplo es un tema muy importante igual que con la comida y otras cosas, nuestros hijos acaban haciendo lo que nosotros. Las pantallas son muy atractivas desde la cuna, no se les puede dar barra libre pero nosotros mismos tendríamos que controlar cómo hacerlo, a veces no les ofrecemos la atención que merecen. Hay que acompañarles, darles ejemplo y enseñarles a utilizar los dispositivos. Tenemos prisa y la pantalla es una niñera muy buena, en una sobremesa antes se entretenían pintando y ahora con un móvil.