­La partida hacia el desarollo de la movilidad eléctrica es una de las grandes aventuras del siglo XXI para el sector del automóvil. Algunos caminos llevan a lugares equivocados, otros prometen descubrir nuevos continentes. Habrá ganadores y perdedores. Con este complejo escenario de fondo, Málaga reunió ayer a una amplia comitiva de expertos en la materia para hacer escala.

El plan fue ambicioso. En los últimos cuatro años se fraguó en la ciudad el mayor proyecto demostrativo de movilidad eléctrica en España. Bajo la adjetivación futurista Zem2All, las calles han sido testigo como durante los últimos dos años y medio han ido transitando por Málaga pequeños bólidos en forma de huevo, sin apenas hacer ruido y sin contaminar la atmósfera.

Para hacer el primer balance de estos cuatro años, que ha sido la duración total del proyecto, comparecieron este viernes en el Museo Ruso el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el director de comercialización de Endesa, Javier Uriarte. Ambos representado el eje nacional de este experimento de movilidad. La parte japonesa la encabezaron el director ejecutivo de NEDO, Makoto Watanabe, y el director de operaciones, Susumu Maeda. Los cuatro trazaron un discurso para defender el uso del vehículo eléctrico como una de las principales herramientas para mitigar los balances climáticos y reducir la expulsión de gases en las grandes urbes. Según los datos facilitados, el impacto medioambiental de este proyecto se habrían traducido en la provincia en la reducción de 330 toneladas de CO2, lo que equivaldría al consumo eléctrico de 50 hogares en un año. En total, la flota de 200 vehículos, repartida en su mayoría entre el propio Ayuntamiento y algunas empresas, han recorrido un total de 4,6 millones de kilómetros.

De la Torre manifestó durante la presentación del balance la intención del Ayuntamiento de seguir apoyando al vehículo eléctrico como una alternativa de movilidad en Málaga y apostó por seguir ampliando la red de puntos de carga. En este sentido, habló de una partida de 120.000 euros con la que contaría el Ayuntamiento para seguir apostando por el vehículo eléctrico. «Este proyecto ha servido para dotar a la ciudad de una red de carga que deberá ampliarse no sólo a más ciudades de la costa, sino también al interior de la provincia», señaló el alcalde, que también avisó que para ello sería necesario «buscar la colaboración del resto de administraciones». Para demostrar el compromiso del Ayuntamiento, De la Torre puso de ejemplo a las nuevas ordenanzas fiscales para el 2016. En estas cuentas se han aprobado la máxima reducción fiscal para los vehículos eléctricos y la gratuidad en zona azul para este tipo de vehículos. Aunque aún sin concretar proyectos, De la Torre también adelantó que la flota de 200 vehículos eléctricos permanecerá en Málaga. La media por día de cada coche ha sido de 49 kilómetros.