­Los señores de la droga perdieron el año pasado en la Costa del Sol más de 100 millones de euros. Esto es lo que valen las más de 54 toneladas de estupefacientes intervenidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil durante los primeros once meses de 2015. Ambas cantidades, resultado a la baja de los balances de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la tabla de precios con la que trabajan sus principales unidades antidroga, son dos gotas en el océano del narcotráfico mundial, ya que la Agencia Especializada de Naciones Unidas en la lucha contra las drogas y el crimen organizado ha llegado a situar el volumen de negocio del narcotráfico en 300.000 millones de euros al año en todo el mundo.

Sin embargo, la lucha antidroga en la provincia de Málaga aumenta su protagonismo cuando la lupa se sitúa sobre España, donde el Ministerio del Interior asegura que se incauta el 40% de la cocaína que se interviene en la Unión Europea y el 75% del hachís -un tercio de lo que se decomisa en el mundo- y donde esta industria es capaz de generar 6.000 millones anuales a razón de 18 kilos de billetes al día. Si el dicho policial de que apenas se interviene el 10% de la droga que circula se cumple a rajatabla, Málaga podría haber sido el año pasado el coladero de 540 toneladas que alcanzarían los 1.000 millones de euros.

Es cierto que la Costa del Sol no posee un puerto con el movimiento suficiente para introducir las cantidades de cocaína que sí entran por Algeciras, Valencia o las costas gallegas, pero año tras año demuestra ser un gran pasillo para las organizaciones que suministran de hachís a toda Europa a través del Estrecho y Alborán y la base preferida de otros grupos criminales que trabajan a distancia desde sus lujosas sucursales. Ahí están los ejemplos de Robert Dawes y Jeffrey Harris, los dos capos británicos detenidos recientemente en Benalmádena y Marbella acusados de traficar con cocaína por toda Europa, por no hablar de la histórica presencia de clanes de origen italiano, irlandés, holandés o francés a los que se han sumado grupos de Dinamarca o incluso Finlandia, país de procedencia de la banda desmantelada el año pasado en Fuengirola por distribuir grandes cantidades de droga caníbal que compraban en China.

Pero vayamos a lo gordo que es el hachís de Marruecos, el sol que más calienta a los grandes narcos hasta representar casi el 90% de la droga intervenida por la Policía Nacional y la Guardia Civil en la provincia entre enero y noviembre del año pasado. Ambos cuerpos sumaron en ese periodo 48,2 toneladas de chocolate que, según la tabla de precios con la que trabaja la élite policial en la Costa del Sol, se paga a una media de 1.630 euros el kilogramo. Esto supone hachís por un valor que se aproxima a los 78,7 millones de euros en el mercado negro, aunque el botín aumenta a medida que la mercancía continúa su viaje hacia el norte y suma las tasas del transporte y del riesgo.

La entrada es masiva, tanto por mar como por aire. Las organizaciones no escatiman en gastos y no dudan en cubrir todas las posibilidades para dar respuesta a la insaciable demanda. A los itinerarios y métodos tradicionales de alijar en las playas con planeadoras a cualquier hora del día y durante todo el año se ha sumado con fuerza la denominada Ruta del Mediterráneo Oriental que cubren grandes mercantes cargados de hachís en la autopista del Estrecho y el Mar de Alborán. «El destino del hachís puede ser cualquier otro punto del Mediterráneo europeo, pero también actúan como buques nodriza que nutren de fardos a embarcaciones más pequeñas que después alijan en la costa», señala un veterano agente al que ya no le sorprende nada. El caso del Mayak, interceptado en 2014 a 30 millas al sureste de Málaga justo después de recibir en alta mar casi 17 toneladas de hachís, la única carga que llevaba en la bodega, no fue casual. El año pasado, los nueve marineros del Just Reema, el buque de 85 metros de eslora con bandera de la República Democrática del Congo que todavía sigue atracado en el puerto de Málaga, fueron detenidos después de que los investigadores encontraran 15,7 toneladas de la misma sustancia. Esta vez sí se molestaron en ocultar la droga entre 1.500 toneladas de sal.

Mientras la tinta mancha este página de madrugada, la droga puede estar tocando tierra desde el cielo con pequeñas aeronaves que pilotan profesionales muy bien pagados a cambio de volar muy bajo, de noche y sin luces. Algunos han muerto en el intento, pero la provincia acumula en los últimos años más de media docena de golpes policiales que han supuesto decenas de detenidos y la intervención de avionetas, autogiros y helicópteros de última generación. Cuando les pillan compran otro. Las organizaciones utilizaban los corredores del Parque Natural de Los Alcornocales y la Sierra de Grazalema, en ambos casos entre las provincias de Málaga y Cádiz, para ir y volver de Marruecos y desembarcar la droga en municipios del interior, uno de los escenarios en los que el tráfico de drogas toma relevancia en forma de cultivos de marihuana.

La maría explota

Siguendo el orden de la cantidad, la maría es el segundo estupefaciente que más se intervino en Málaga el año pasado. Según el balance facilitado por la Subdelegación del Gobierno de Málaga, en los primeros once meses se incautaron 1.116 kilogramos en la provincia, diez veces más que durante todo el ejercicio anterior. A algo más de 1.000 euros que cuesta de media el kilo en el mercado, el valor de la droga intervenida asciende a 1,1 millones de euros. Un agente de la lucha contra el crimen organizado de la Policía Nacional confirma el boom del cáñamo con denominación de origen malagueña y advierte: «Las plantaciones de marihuana se han disparado porque el margen de beneficio es mayor que el que ofrece el hachís. Este hay que procesarlo y después traerlo desde Marruecos para distribuirlo. La maría tiene una salida mucho más rápida». Al agente le respaldan las decenas de operaciones que su grupo ha protagonizado en la provincia a organizaciones con diferentes pasaportes, ya que las cualidades que ofrece la provincia de Málaga para el cultivo de marihuana ha traspasado fronteras. Sobre todo grupos de Holanda y Reino Unido con infraestructuras que incluyen el transporte.

Cocaína

No ha sido malo tampoco el año en Málaga en cuanto a la intervención de cocaína, la droga que más dinero mueve en cada gramo. A una media de 34.141 euros por kilo que suelen pagar los narcos, los 588,7 kilos interceptados por la Policía Nacional y la Guardia Civil de Málaga dejaron por el camino algo más de 20 millones de euros, una cantidad que aumentaría exponencialmente a medida que cada intermediario la corta para conseguir más cantidad a costa de la pureza. La Costa del Sol, como hemos dicho, no es una de las entradas naturales de cocaína en Europa. La actividad comercial del puerto de Málaga está lejos de los de Algeciras, Valencia o Barcelona, donde es imposible registrar cada uno de los millones y millones de contenedores que reciben cada año sus muelles, pero esto no impide que periódicamente se localicen en nuestras aguas veleros o yates que ultiman la Ruta Africana, la alternativa de los grandes cárteles al tradicional itinerario colombiano, mucho más directo a través de Portugal y Galicia. Los investigadores consideran que la mayor parte de la coca que se mueve en nuestro litoral es la que llega a los grandes puertos, por proximidad Algeciras, aunque no olvidan las miles de mulas que cada año entran por el aeropuerto de Barajas con las tripas y las maletas llenas de droga de la Ruta del Caribe o las partidas que también llegan desde las costas gallegas, como las tres toneladas que el capo británico Jeffrey Harris pretendía traer de Pontevedra a Marbella en diciembre antes de que la Policía Nacional lo impidiera.

El balance de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que trabajan en la provincia también hace referencia a la intervención de casi 17 gramos de heroína, 567 gramos de speed y 230 dosis de MDMA/éxtasis. El caballo, que se paga a 59,84 euros el gramo, alcanzaría los 1.015 euros, mientras que el éxtasis (11,48 euros la unidad) y el speed (28,24 euros el gramo ) sumarían 2.643 y 568 euros, respectivamente.

Hachís48.278 kilos valorados en 78,6 millones1.630 euros el kilo:

El tráfico de hachís procedente de Marruecos es que más dinero mueve en la Costa del Sol, enclave en el que se instalan las mafias de media Europa para abastecer a sus propios países. Sólo en once meses, en Málaga se han intervenido 48,2 toneladas que el mercado mayorista podría alcanzar los 78,6 millones de euros.

CocaínaLa que más dinero mueve en cada gramo34.141 euros el kilo:

Málaga no es un punto habitual de entrada, pero la Policía Nacional y la Guardia Civil de la Costa del Sol intervinieron el año pasado 588 kilos de coca. Según las tablas que utilizan los investigadores, el precio medio del kilo se sitúa en los 34.140 euros, por lo que toda esa cantidad se puede valorar en algo más de 20 millones de euros.

MarihuanaDiez veces más de maría que en 20141.000 euros el kilo:

El cultivo de marihuana ha experimentado un boom en la Costa del Sol, donde se dan grandes condiciones para su producción y donde los narcos obtienen un mayor margen de beneficios, más incluso que con el hachís. La razón es que éste último requiere un proceso de elaboración y su posterior transporte desde Marruecos a la Península.

Diez veces más de maría que en 2014