­El Ayuntamiento quiere poner coto al exceso de ocupación de terrazas de bares y restaurantes, que no consigue erradicar pese a llevar varios años con sanciones y retirada de mobiliario. La concejala de Economía Productiva, María del Mar Martín Rojo, insiste en que se aplicará la ordenanza de forma más estricta y anuncia que darán un paso más en la lucha contra la reincidencia, como es la retirada de la autorización para poner terrazas. Algunas calles del Centro y Teatinos serán protagonistas de estas medidas.

El Ayuntamiento va a poner en marcha una campaña de inspecciones a nuevos locales de hostelería y terrazas. ¿Tan mal está la situación en este sector?

Hay ciertas zonas donde hay más incumplimientos, que son puntuales pero que dañan la imagen de la ciudad y ocasionan que hay vecinos que no tienen descanso y tenemos que garantizarlo. Nuestro objetivo es que se cumpla la ordenanza. No todo está mal. Son sólo algunos puntos concretos donde ese incumplimiento debe corregirse, pero exigiremos el cumplimiento de la ordenanza y, si hiciera falta, dejaremos sin efecto la autorización para instalar terraza.

¿Cuáles son las zonas más delicadas?

En Teatinos y el Centro es donde tenemos más quejas, pero vamos a hacer inspecciones por toda la ciudad.

Da la impresión de que el Ayuntamiento no puede evitar la reincidencia de algunos locales en el incumplimiento de la ordenanza.

Son sólo algunos los que no cumplen. ¿Qué hacemos? La inspección los visita, les impone sanciones y se abren expedientes. Incluso ha habido momentos en los que el Ayuntamiento ha retirado mobiliario de la terraza que sobrepasaba la zona autorizada porque el empresario no lo había hecho pese al mandato municipal. Cuando esto ocurre, muchos se apaciguan, pero hay personas que siguen sin cumplir. Llegado a este extremo dejaremos sin efecto la autorización. La ordenanza debe estar para cumplirse.

¿Hay suficiente labor de inspección a las terrazas?

El trabajo se está haciendo, pero si el propietario incumple no es porque no se le haya dicho que no lo haga. Estamos haciéndolo y hemos llegado a retirar mobiliario. Ahora daremos un paso más con la retirada de la autorización para poner terraza. Pero insisto, esto sólo se da en puntos concretos y en el resto hay normalidad. No hay que demonizar al sector, porque la mayoría respeta la ordenanza.

¿Qué posibilidades hay de poner orden en el Centro?

Trabajaremos por el cumplimiento de la ordenanza de forma firme, que es compatible con el desarrollo de la actividad empresarial. Hemos estado trabajando y poniendo actas de infracción, ahora vamos a dar un paso más que es dejar sin efecto la autorización de la terraza. Desde hace años se han hecho retirada de mesas y sillas, pero queremos aplicar la ordenanza en su literalidad y dar un paso más con la retirada de la autorización.

También se van a revisar las Declaraciones Responsables de los últimos cuatro años. ¿Ha funcionado este sistema para agilizar las aperturas?

Cuando la documentación está completa y se acredita que cumple con la ordenanza, no hay problema. Es cuando está a falta de algún requisito que se advierte al promotor de que no podrá tener actividad en su negocio hasta que se complete. Hay un control parecido al anterior sistema. La inspección seguirá planificando las visitas y cuando detecte algún incumplimiento, lo comunicará al propietario para que lo corrija.

¿Qué va a pasar con la revisión de la ordenanza de vía pública?

El borrador de la nueva ordenanza se ha consensuado con el sector de la hostelería y con los vecinos. Ahora este documento se ha pasado al resto de áreas municipales para tener en cuenta otras aportaciones y no quede obsoleta. Estamos recogiendo estas aportaciones y cuando tengamos el nuevo borrador lo presentaremos al sector hostelero y vecinos para consensuarlo.

En los últimos día ha existido un debate sobre si el paso mínimo para peatones entre terrazas debería ser de dos metros o de tres, como proponía Urbanismo. ¿Cuál será el criterio final?

Creo que hay consideraciones más importantes en la reforma de la ordenanza. Sin embargo, no podemos analizar el problema de forma generalizada, sino que hay que verlo calle por calle. Buscaremos la solución más adecuada a la realidad socioeconómica que tenemos ahora y en años sucesivos, porque la ciudad ha cambiado mucho y ha pasado de ser una ciudad grande a una gran ciudad, con desarrollo de turismo, cruceros, congresos, cultura... queremos que venga mucha gente y la restauración tiene mucho que ver. No podemos renunciar a este valor, que crea riqueza y muchos puestos de trabajo.

¿El actual crecimiento de la oferta de la hostelería en el Centro no puede colapsarlo?

Es la ley de oferta y demanda y hay que atenderla, como ocurrió con los hoteles, que hace unos años no había de cuatro y cinco estrellas. Pero no sólo está creciendo la restauración, también el comercio y otros sectores. Sí que tenemos que mirar más allá de Centro, aprovechando el Pompidou o el Museo Ruso, para que no todo termine en determinadas calles del Centro. Aunque con la peatonalización y la ley antitabaco, la coyuntura es distinta. Hemos conseguido recuperar el Centro, pero debemos medir y buscar el equilibrio para que sea compatible vivir y tener una oferta completa.

¿Qué opina del estudio del OMAU que advierte de una saturación de bares y restaurantes en el Centro?

Habría que ver primero en qué calles ha hecho el estudio. Nosotros apostamos por el comercio, como por la hostelería o cualquier actividad que genere la actividad económica. El mercado se autorregula y la oferta y demanda marca los nuevos yacimientos económicos.

¿Es posible una regulación para limitar los negocios de hostelería en determinadas zonas con mucha presencia?

Eso es más una competencia de Urbanismo a través de la elaboración del Pepri, que analizar la actividad económica aconsejable en cada zona. No me corresponde determinar qué tipo de negocio se puede poner. Es el modelo de ciudad el que debe definir esto, que es otro debate.