El Gobierno ya contempla ampliar el Cercanías hasta el PTA, tras manejar hasta cinco alternativas para llevar este medio de transporte a la tecnópolis y optar por una que supondría construir un ramal de la línea C2 hacia Álora, aprovechando que pasa a poco más de dos kilómetros de la entrada del parque.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reconoció ayer que el Gobierno tiene muy adelantados los estudios para llevar el Cercanías al PTA, opción viable para reducir los atascos y apoyar la entrada de trabajadores en la hora punta.

La reunión del regidor con el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, hace unos días en Madrid le sirvió para conocer los planes del Ministerio de Fomento, que estima en 30 millones el coste de esta opción.

La idea, que empezó a estudiarse con el anterior Gobierno socialista, consistiría en extender un ramal de la C2 hasta el PTA, aprovechando que en el recorrido paralelo al vial de entrada desde la autovía permitiría la construcción de esta infraestructura. De este modo, el tren que une Álora con Málaga incorporaría una parada en el PTA -sustituyendo a la que ya está en desuso en Las Castañetas- y dando acceso al PTA no sólo a los trabajadores procedentes de la capital, sino de todo el Valle del Guadalhorce.

De la Torre, que alabó esta posibilidad por ofrecer «una doble ventaja», insistió en que llevar el Cercanías es «una forma más de potenciar la movilidad» con el PTA y considera que sería compatible con una hipotética construcción del ramal del metro, de unos 5 kilómetros de longitud.

La opción de llevar al Cercanías fue la prioridad del Gobierno al considerar que tiene más capacidad para llevar pasajeros, ya que los nuevos trenes Civia disponen de la posibilidad de ampliarse hasta las 800 plazas por tren, frente a las 220 plazas disponibles en el metro.

Esta mayor capacidad es una ventaja para atender la demanda de viajes que genera el PTA, que se concentra en unas horas punta muy concretas.

Además, se potenciaría la línea C2 de Cercanías, que ganaría en usuarios, mejorando la siempre cuestionada rentabilidad del servicio. De hecho, incluso Renfe llegó a plantearse en un momento el cierre de esta línea por la falta de uso, que se mantiene gracias a la rentabilidad del Cercanías a Fuengirola.