La obra pública sacada a concurso por las distintas administraciones en Málaga cayó a mínimos históricos en 2015 con un volumen de tan sólo 142,2 millones de euros licitados durante el ejercicio, según los datos aportados hoy por la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP). La exigua inversión del pasado año iguala las cifras de 2012, el peor de la serie estadística hasta la fecha, y representa una "drástica" caída del 45% en relación a 2014, año preelectoral en que todas las administradores se afanaron en sacar a concurso las obras pendientes para culminar sus grandes proyectos de legislatura.

El presidente de la ACP, Emilio López Caparros, ha lamentado este nuevo descenso de la licitación que, a su juicio, "evidencia la situación de total parálisis" que han vivido las instituciones tras los sucesivos comicios celebrados en 2015. El representante de los constructores ha comentado que los "esperanzadores" datos de 2014, en los que la inversión repuntó un 80%, han dejado paso al "desengaño" y la "incertidumbre" con unas cifras a la baja que ensombrecen el futuro. De hecho, ha afirmado que de continuar esta tendencia, "corren grave riesgo la supervivencia de las más de 11.000 empresas de la construcción en Málaga y de sus 34.000 puestos de trabajo". Antes del estallido de la crisis, en pleno auge residencial y de inversión en obra pública, el sector llegó a emplear a más de 100.000 trabajdores en la provincia.

La ACP ha señalado que el descenso de licitaciones ha sido generalizado en todos los niveles. Las administraciones locales redujeron su inversión un 35% y bajan a los 78,6 millones de euros; la estatal cae un 28% para un total de 40,9 millones, mientras que la Junta de Andalucía presenta el mayor descenso con un 75% y sólo 18,7 millones de euros. "En todos los casos son las cifras más bajas de inversión hasta la fecha desde 1997, que es cuando comenzamos estos registros. El panorama es desolador", ha apuntado.

López Caparrós también ha señalado que las adjudicaciones de estas obras públicas presentan de momento un baja media del 22,5% en su importe, lo que denota la gran competencia de las empresas por hacerse con los pocos contratos que sacan las administraciones. Según lo adjudicado hasta la fecha, también se concluye que las empresas malagueñas se adjudican sólo el 42% de la inversión total que se saca en la provincia.

El responsable de la ACP ha hecho un llamamiento a todas las administraciones a elevar sus niveles de inversión y ha citado necesidades infraestructuras en Málaga en ámbitos como la depuración de aguas, la finalización de comunicaciones terrestres, el tratamiento de residuos urbanos industriales o la eficiencia energética. A su juicio, el volumen óptimo de inversión para Málaga debería rondar los 1.000 millones de euros al año, cifra que no se ve desde antes de la crisis.

También ha recordado que las administraciones siguen debiendo alrededor de 100 millones de euros a las empresas del sector por obras realizadas en su momento pero todavía no abonadas. Estas deudas no entraron en su momento en los planes de pago a proveedores por estar en parte judicializadas. La deuda de los poderes públicos con las constructoras llegó a alcanzar los 300 milllones.