­Las temperaturas tan elevadas son el agente perfecto para que la polinización se vea favorecida y los alérgicos sufran sus consecuencias durante más tiempo de lo habitual.

El coordinador del grupo Alergomalaga, Gonzalo Campos, señala que una de las consecuencias de esta prolongación en el tiempo de las temperaturas rondando los 20 grados en pleno inverno son el aumento de los problemas relacionados con las alergias respiratorias y sus derivados; asmáticos, congestiones crónicas o rinitis, entre otros. Un problema que sufre el 25 por ciento de la población y que tiene como causa principal el polen de la gramínea. Sin embargo, las condiciones climatológicas de Málaga hacen que se invierta el orden de las causas y relega al tercer puesto las gramíneas. Los ácaros del polvo son los principales agentes que provocan estos problemas seguidos por el polen de olivar. «La causa fundamental de alergia respiratoria en Málaga es el ácaro de polvo y su requisito principal es la humedad. Cuando las temperaturas no son ni muy bajas ni elevadas se extiende sin problema por eso el otoño y la primavera son las peores épocas para los afectados», resume.

Un tercio de los alérgicos respiratorios en Málaga son sensibles a los ácaros y las condiciones actuales del clima son ideales para que estos diminutos parientes de los arácnidos campen a sus anchas. La consecuencia más directa es que cada año se adelantan las consultas de este tipo en los centros de salud y los que la padecen sufren picos más acentuados y prolongados en el tiempo. Ante estas perspectivas se prevé que la campaña anual para combatir las alergias se adelante del habitual mayo a marzo.

«Por estudios epidemiológicos sabemos que la prevalencia de enfermedades alérgicas van hacia arriba», matiza el coordinador. Y es que los expertos hablan, según señala, de una prevalencia del 50 por ciento de la población europea en 2025.