El Gobierno irlandés y las autoridades policiales se reúnen hoy en Dublín para analizar con carácter de urgencia la escalada de la violencia de los paramilitares y bandas de crimen organizado en la ciudad, que se ha cobrado ya dos muertos en los últimos días.

La última víctima ha sido un conocido gánster del norte de la capital, Eddie Hutch, de 59 años, quien fue abatido a tiros el lunes por la noche en su domicilio por cuatro encapuchados.

En un principio, la Policía irlandesa (Garda) atribuyó este ataque a una respuesta por el espectacular tiroteo que protagonizaron seis hombres en el hotel Regency de Dublín el pasado viernes durante un evento de boxeo, en el que asesinaron a David Byrne, de 33 años y vinculado a una banda de crimen organizado que opera en la Costa del Sol.

El IRA de Continuidad, una escisión del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), se responsabilizó el lunes de esta acción y la situó en su campaña contra los "traficantes de droga y el crimen organizado", pero la Garda duda ahora de su autenticidad.

La última hipótesis apunta a que detrás de esta ola de asesinatos se esconde una historia de rivalidad y venganza entre dos bandas de delincuentes que operan en Irlanda y España, por lo que las autoridades no descartan que se produzcan más incidentes en los próximos días.

En consecuencia, la ministra irlandesa de Justicia e Interior, Frances Fitzgerald, ha instado a los gánsteres que teman por su vida a que se pongan en contacto con la Garda para ofrecerles protección.

"Parece que algunas bandas quieren librar una guerra en la que la vida humana no tiene valor alguno", declaró Fitzgerald, quien mantiene hoy contactos para analizar la situación con la máxima responsable de la Garda, Noirin O'Sullivan.

Eddie Hutch era hermano de Gerry "El Monje", uno de los criminales más conocidos durante la pasada década de los 90, y ambos son tíos de Gary Hutch, de 33 años y asesinado hace cinco meses en Mijas.

La Policía española y la irlandesa consideraron entonces que los responsables de su muerte pertenecían a la banda de Christy Kinahan, detenido en 2010 en su mansión de la Costa del Sol por supuesto tráfico de drogas y lavado de dinero, si bien no llegó a ser acusado de esos delitos.

Con la admisión de culpa del IRA de Continuidad en duda, vuelve a cobrar fuerza la posibilidad de que el ataque en el hotel Regency el viernes fuese obra de delincuentes relacionados con los Hutch.

Cinco pistoleros -tres vestidos de policía, uno de mujer con una peluca castaña y otro con una gorra- irrumpieron armados con ametralladoras AK47 en el hotel, durante la sesión de pesaje de los púgiles previa al combate, que debía celebrarse el sábado pero que finalmente fue suspendido.

El sexto miembro de la banda supuestamente esperaba fuera en una furgoneta, que posteriormente se encontró en llamas en otra parte de Dublín.

El suceso, en el que también hubo dos heridos, ha suscitado especial atención debido a que ocurrió ante un público de 300 personas y por los disfraces de los asaltantes.

Un vídeo colgado en internet muestra el momento en que uno de los boxeadores deja el podio tras ser pesado, después de lo cual se oyen los tiros y el púgil y el resto de los asistentes salen huyendo despavoridos de la sala.

El promotor de este evento deportivo, anunciado como un "Choque de Titanes", es la compañía MGM, propietaria de un gimnasio en la turística localidad de Puerto Banús, en Málaga, y el mánager de algunos de los boxeadores que entrenan en sus instalaciones es el hijo de Christy Kinahan, Daniel.

El combate estrella de esta cita de boxeo era el que tenían previsto disputar el irlandés Jamie Kavanagh y el portugués Joao Bento para decidir el título europeo del WBO en la categoría de peso ligero.