El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), ha mantenido este martes que el actual escenario postelectoral y las negociaciones para llegar a un posible pacto ponen de manifiesto que España necesita implantar la segunda vuelta electoral para que la situación no esté "en manos de los despachos" y con "interrogantes durante meses" sino que sean los ciudadanos los que "en quince días decidan".

En un desayuno informativo de Executive Forum España y Vozpopuli, patrocinado por Unicaja, ha señalado que le hubiera gustado que los dos partidos que han gobernado durante la democracia hubieran trabajado en este tema porque la "conclusión" es que "en este país se tiene que plantear la segunda vuelta".

De la Torre ha señalado que si hasta ahora no se ha planteado esa segunda vuelta electoral entre las dos fuerzas que consiguen más votos en la primera ronda tal vez haya sido porque con el sistema proporcional corregido vigente, la Ley D'Hont, "nunca se pensó que el escenario fuera tan abierto" ya que este método, "si se hubieran hecho bien las cosas, se premia a los mayoritarios".

Preguntado por si el PP obtendría mejores resultados en unas hipotéticas futuras elecciones con otro candidato que no fuera Mariano Rajoy, ha dicho no estar "en condiciones" de contestar a eso. "No tengo una bola de cristal", ha añadido el alcalde, que en otro momento de la entrevista sí ha hecho autocrítica sobre los posibles fallos que han llevado a su partido a no ganar las elecciones por una mayor diferencia.

"La labor del Gobierno ha sido excepcional en materia económica pero quizás faltó un esfuerzo mayor de explicación de medidas y cercanía a los ciudadanos y sobre cómo paliar los efectos con red de acción público-privada más potente que la que había", ha asumido el regidor, para el que el afloramiento de casos de corrupción también ha podido influir en el resultado electoral.

"Todos han hecho mal las cosas, PP y PSOE", ha resumido De la Torre, que ha llamado a las "tres fuerzas constitucionalistas", en alusión a estas dos y a Ciudadanos, a que tengan "sentido de responsabilidad y Estado" y alcancen un pacto que anteponga el interés nacional por encima de cualquier estrategia, un pacto para "estabilizar el país y no crear interrogantes".

"Necesitamos un marco político nacional que dé estabilidad y una imagen de fortaleza y buenas perspectivas para las inversiones", ha explicado el alcalde en otro momento de su intervención. En el centro de ese marco de acuerdo, De la Torre ha colocado la Educación, que es "el reto de la democracia y de las autonomías y la asignatura pendiente".

"El gran reto educativo debe ser el gran argumento de acuerdo político", ha insistido el alcalde, para quien un acuerdo común en ese aspecto debería ser "suficiente para cohesionar fuerzas y compromisos de las tres fuerzas constitucionales". "La Educación es la que nos da la igualdad y no hay mayor desigualdad que la que nos da la diferencia de educación, es, además, es una tragedia y una injusticia".

Al respecto de las posibilidades de pacto para el futuro Gobierno, también se ha referido a la propuesta que comparten PSOE y Ciudadanos para negociar con Bruselas flexibilizar el cumplimiento del déficit y retrasar un año los objetivos actuales. "No lo veo mal, si Bruselas lo acepta", ha dicho el alcalde.

En ese sentido, ha abogado por "hacer algo más", demostrando que el Gobierno es "solvente y serio para merecer ese reconocimiento" por lo que considera que se tienen que plantear acciones de Gobierno "que vayan en la línea de la credibilidad y del estímulo a la economía".

"La clave está en plantear en Bruselas la reflexión de cómo podemos impulsar más innovación, emprendimiento o mejor Educación; hay que plantear que hago los deberes al máximo y por eso puedo merecer este premio", ha dicho De la Torre para quien, si finalmente esa flexibilización se consigue "debe tener ventajas para todos y no solo para la comodidad del Gobierno de turno".

En el turno de preguntas, y también en su intervención inicial, el alcalde ha vuelto a reclamar la descentralización hacia los ayuntamientos de políticas que mantienen las comunidades autónomas, la "asignatura pendiente desde el año 82", con el triunfo del PSOE de Felipe González, cuando se debería de haber hecho un "pacto para definir cómo iba a ir España".

Así, ha arremetido con la "práctica centralista" de las administraciones regionales que no han cedido al ámbito local las competencias que debían y ha indicado que con "transparencia, honestidad y ética en la política y con la descentralización" España tendría ahora "la democracia de más prestigio" en Europa.

Durante su conferencia, el alcalde se ha referido a aspectos como que Málaga es, según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, una de las diez ciudades españolas que mejor paga a sus proveedores, con una media de 22 días, my por debajo de los 85 de media nacional; o cómo la entidad Transparency International sitúa a la ciudad como una de las pocas que cumple con la obligación legal de publicar los contratos y las licitaciones en la Plataforma de Contratación del Sector Público.

En esa intervención, el alcalde no ha perdido la oportunidad de defender los beneficios de contar una "estrategia de ciudad compartida con otras administraciones, universidad o instituciones como Unicaja"; su potencial en la innovación y el conocimiento; o las fortalezas que le han hecho ser puntera en turismo cultural y de congresos, no en vano, el turismo de ciudad ha crecido en la capital de la Costa del Sol más de un 120 por ciento en los últimos diez años, el doble que Barcelona, ha explicado.

Al desayuno protagonizado por el regidor han asistido el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo; la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre; la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa; y un nutrido grupo de embajadores y empresarios. El presidente de Unicaja, Braulio Medel, por su parte, ha sido el encargado de la presentación del alcalde destacando que Málaga es "una de las zonas dinámicas de España y motor clave de la economía andaluza" y que tienen "armas para afrontar los retos que la crisis ha planteado", como un "espacio vital y de convivencia" y un gran potencial de "capital humano y tecnológico".