­Hace dos años que José Antonio Segura hizo uno de sus sueños realidad: enviar un contenedor lleno de ayuda y esperanza a El Congo, una hazaña llena de solidaridad que le ha servido para conocer cómo funciona ese sector y volver a repetir. Hoy comienza a cargar el segundo contenedor que irá directo a la República del Congo.

La Asociación Málaga por el Congo cuenta esta vez con un punto a su favor que antes no existía; la experiencia y la ha convertido en una fortaleza para ampliar su campo de actuación, limitado a la entrega de productos anteriormente, y aunar varias líneas de trabajo. Esta vez van de la mano de la ONG italiana Casa del Cuore-Amici del Congo y el contenedor tiene destino Kingoué, una región de 15.000 habitantes que espera los 10.000 o 15.000 kilos de productos a finales de marzo.

Material escolar, 220 camas completas (somier, colchón y ropa), juguetes, ropa, calzado y material médico junto con medicinas son los productos que predominan en este segundo envío, según detalla José Antonio. «Mobiliario fácilmente transportable (sillas o mesas apilables), sábanas, toallas, colchas, cortinas, etc», añade al detallar las principales aportaciones de los donantes. Un viaje que patrocina la empresa Axmon y al que aún le queda un largo periplo por recorrer. El próximo día 20 de febrero sale el contenedor del puerto de Algeciras y habrá que sumar algo más de un mes para que llegue a su destino.

Nuevas líneas. Además de la ayuda que supondrá la llegada de todos estos productos, la labor de ambas asociaciones no culmina ahí. «Hemos ampliado los objetivos y ya no solo trabajamos con las donaciones; queremos tener voluntariado para llevar especialistas a la zona. Enfermeros, ingenieros y arquitectos que inspeccionen la zona y vean las infraestructuras y mejoras que hacen falta», matiza el representante de la Asociación Málaga por El Congo. La idea es lograr a través de una organización de voluntariado andaluz de diversas profesiones como médicos, enfermeros, dentistas, fotógrafos o ingenieros, entre otros, que visiten la zona y trabajen durante un mes en proyectos de desarrollo.

Otro de las líneas que han incorporado es un programa de patrocinio directo de infraestructuras. Consiste en que la persona, empresa o entidad interesada en ayudar conozca el precio exacto de alguna construcción necesaria, lo done y se le ponga su nombre. A través de la ONG italiana ya se han hecho varias mejoras y por la parte de Málaga ya se han pagado dos futuros pozos, uno de ellos es del colegio La Colina. «Por este método ya han sido construidas tres fuentes, tres pozos, unos baños públicos, una casa (para una madre soltera muy pobre), y se está acometiendo la ampliación de la Casa del Cuore», explica Segura.

Su ayuda se ha ramificado a todos los sectores y ya cuentan con microcréditos para ayudar a madres solteras, un sistema de becas para poder pagar los 35 euros que cuesta el colegio y estudian la posibilidad de realizar telediagnóstico desde Málaga para saber de primera mano el estado de salud de los habitantes de la región.

Para sensibilizar a la población y sobre todo a los más pequeños la asociación también imparte charlas por los colegios de la ciudad y municipios próximos. Una forma de que los malagueños conozcan otra realidad que, a priori, les suena lejana e incluso inexistente.

Los interesados en ayudar pueden ponerse en contacto con la asociación a través de la página de Facebook de la asociación «Málaga por El Congo».