Luis Ángel Moral Astola tiene 44 años, es sacerdote diocesano y misionero de Manos Unidas. Durante ocho años (2006-2013) desempeñó su labor parroquial y como misionero en Benín (África). Además de la labor de evangelización por los pueblos de la zona, ha trabajado y desarrollado proyectos junto a Manos Unidas, dedicados a la promoción de la mujer, alfabetización, educación, sanidad, agua y electricidad.

Con motivo del lanzamiento de la 57º Campaña contra el Hambre de Manos Unidas, con el lema Plántale cara al hambre: siembra, se encuentra en Málaga para explicar su labor en esta organización, así como sus percepciones de los países más necesitados y en situación de extrema pobreza.

¿Cuáles son los principales problemas en Benín (África)?

El principal es la pobreza, a pesar de que ellos tienen una agricultura con diversos alimentos, estos se ven afectado por el cambio climático. En el norte de Benín existen dos estaciones climatológicas, una seca, en la cual en 9 meses no cae ni una gota de agua, y otra húmeda, en los que durante 3 meses llueve cada dos días. Esto hace complicado que surja una buena cosecha. El algodón que también le daba un poquito de dinero líquido para sus necesidades, también se está viendo afectado por las producciones de los países desarrollados y la introducción de las prendas sintéticas hace que este mercado caiga.

¿Y las enfermedades más comunes?

Las enfermedades que más radican en Benín están relacionadas con la desnutrición y el hambre. La malaria o el paludismo son muy comunes, algo que con un medicamento se puede curar, resulta mortal en estos países por la desnutrición y malnutrición de los niños. Además, el agua contaminada también provoca diarreas, cólicos, etc. Recuerdo que cuando llegué un misionero me dijo: «Luis Ángel te voy a dar un consejo, no te encariñes de ningún niño que tenga menos de 5 años, porque no sabemos si va a llegar a ser adulto».

En cuanto a educación, ¿van todos los niños a la escuela?

Hay un gran movimiento de niños que van al colegio, hace varios años se hizo una campaña «Todas las niñas al colegio» por la deuda externa, que obligó a la construcción de colegio y contratación de profesorado, ya que el número de niños que asistían al colegio era mucho mayor que el de las niñas. La educación propicia el desarrollo y la evolución; esta desigualdad está cambiando.

¿Cree que el mundo occidental está insensibilizado con el tema de la pobreza?

El problema de los occidentales es que nos miramos demasiado el ombligo, vivimos en un mundo en el que prima el mayor beneficio y no la dignidad de la persona. Un mundo consumista que provoca que estemos adormilados y no veamos más allá de las luces de los comercios.

¿Qué beneficios le ha aportado Manos Unidas al país africano?

La labor de Manos Unidas es crucial para el desarrollo de esta zona. Se empezó con un proyecto de animación femenina, para formar a mujeres que vayan por los poblados formando e informando de todo lo relacionado con la vida en general (higiene, derecho,etc)).Esto produjo cooperativas, sobre todo de molinos de cereal para hacer más rápido y fácil estas labor, así como proyectos de agricultura y agua.

¿Qué destacaría de los habitantes de Benín?

Su acogida sin prejuicios ni estereotipos. El saludar por todo. Su cariño. Y la cultura, en la que lo más importante es la familia, y son los intereses de la familia los que priman ante los particulares. Hay que comprender y para eso es necesario ver, oír y callar.