El muelle 9, destinado al tráfico de contenedores, comenzará su gran transformación en abril, con la construcción de un nuevo sistema de silos que permita el almacenaje de graneles en sus instalaciones, dando cabida así a los nuevos tráficos por los que está apostando para sustituir a los contenedores.

El cambio de uso del muelle de contenedores implicará además una transformación visual del Puerto de Málaga, ya que se desmontarán tres de las cinco grúas de contenedores que tiene en la actualidad y que forman parte de la imagen portuaria desde 2005, cuando se terminaron de montar.El presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, explicó que Noatum comenzará a mediados de año a desmontar tres de sus grúas, con idea de dejar espacio a la nueva infraestructura necesaria para el cambio de tráfico que está en marcha.

Plata, no obstante, apuntó que los trabajos de transformación comenzarán antes «para abril si todo va bien», con la construcción de los silos necesarios para atender el tráfico de graneles, así como tolvas y pequeñas grúas móviles.

Los silos permitirán abandonar las instalaciones provisionales con las que está trabajando Noatum en el muelle 9, ya que dispone de carpas alquiladas para el almacenamiento de grano.

Estas obras, que incluyen otras mejoras por un valor total de 9 millones de euros, están pendientes de que la concesionaria del muelle termine la tramitación previa para obtener los permisos de trabajo, y que Plata considera que podría estar terminada en dos meses «si todo va bien».

Estos trabajos reforzarán el cambio de orientación del muelle 9, que hasta ahora estaba centrado en el tráfico de contenedores. La caída del comercio y la irrupción del nuevo puerto de Tánger hizo desaparecer el grueso de este tránsito. Noatum, la concesionaria del muelle 9, le ha dado un giro a estas instalaciones, apostando por el tráfico de graneles agroalimentarios, de combustible y de automóviles (Dacia, Ford y Opel, por ahora). El tráfico de contenedores quedará limitado sólo a la importación y exportación, que mueve un volumen menor que el contenedor en tránsito pero con más valor añadido.

Entre los cambios previstos en el muelle 9 se encuentra eliminar tres de las grandes grúas portacontenedores, al tener poca utilidad, y sustituirlas por otras de menor tamaño y más adecuadas para atender la llegada de barcos de graneles. Sí se mantendrán dos de las actuales cinco grúas Súper PostPanamax.

El nuevo plan de explotación de la terminal busca recuperar la actividad del muelle 9 después de que la caída del tráfico de contenedores volviera a bajar un 50% en 2015 y se situara en unas 43.000 unidades movidas, apenas un 10% de las cifras que se manejaban antes de la crisis.

La importación de graneles sólidos agroalimentarios (cereales, cemento y derivados o abonos) es clave para estas nuevas instalaciones, que quieren aprovechar que están siendo operadas por puertos más lejanos con unos costes mayores.