El hombre acusado de matar presuntamente al amante de su mujer, un vecino de 51 años, negó ayer haber tenido intención de matarlo y aseguró que fue un accidente durante un forcejeo entre los dos y que siempre actuó «en defensa propia».

«Es incierto que yo lo apuñalara», insistió durante el juicio con jurado, que comenzó en la Ciudad de la Justicia de Málaga, y donde el acusado, de 34 años, se enfrenta a una petición fiscal de 13 años de cárcel. El crimen fue cometido el 21 de diciembre del 2014 después de que el supuesto agresor fuera conocedor ese mismo mes de los rumores en el vecindario acerca de la supuesta relación sentimental de su mujer con un vecino, según explicó el fiscal en el juicio. El acusado también negó este extremo, ya que asegura que se enteró el mismo día de los hechos, unas horas antes, mientras bebía mucho alcohol y consumía droga.

El fiscal mantiene que en torno a las 20.00 horas del mencionado día, el acusado reprochó a su mujer el abandono de la casa e hijos al haber pasado la tarde fuera, momento en el que su esposa se fue nuevamente de la vivienda con el pretexto de comprar algunas cosas. Debido a que no regresaba, «e intuyendo el acusado que pudiera estar en casa del vecino», cogió un cuchillo de cocina de 22 centímetros de longitud y lo escondió entre la cintura y el pantalón por la parte trasera. El procesado vio desde el rellano que su mujer se encontraba en el interior del salón del citado domicilio, por lo que instó al vecino a abrir la puerta, lo que finalmente consiguió tras requerirle en varias ocasiones para ello. Ayer también había sido citada la mujer del acusado, que continúa siendo su pareja, y se negó a declarar.