­Ocho de la mañana. Cajas repletas de fruta, pescado y verdura esperan a las puertas del mercado de Huelin la llegada del vigilante. Es la persona autorizada por el Ayuntamiento para abrirlo. Los comerciantes, impacientes, hacen cuentas. A esta hora, los alimentos ya deberían estar perfectamente colocados en sus puestos. Pero, desde que comenzara febrero, la realidad es bien distinta y el retraso de la actividad repercute negativamente en sus negocios.

Esta es la inusual imagen que se ha venido repitiendo hasta hoy, porque la asociación de comerciantes del mercado ha conseguido - tras una reunión el pasado viernes- que el gobierno municipal se comprometa a adelantar dos horas la apertura. Solucionando, en parte, los problemas que vienen padeciendo desde hace unos meses, cuando la mayoría de los puestos dejaron de pagar la cuota asignada para cubrir los gastos de limpieza y seguridad.

Hasta el momento, la asociación había sido la encargada de gestionar su propio servicio de vigilancia. Un guarda se encargaba de la seguridad en el edificio durante toda la noche evitando, entre otras situaciones, el robo de productos. Pero el impago de los 25 euros que cada uno de los más de 150 puestos aportaba al mes les ha obligado a prescindir del mismo, así como de la limpieza, para la cual habían contratado una empresa externa.

«El problema no es del Ayuntamiento, pero sí viene provocado por él. Algunos puestos incluso han tenido que cerrar por las modificaciones realizadas en las concesiones», señala Cristóbal Gómez, uno de los comerciantes afectados. Y es que muchos de los que no pagan aluden al cambio de actividades en los puestos, que el Consistorio ha realizado «sin ninguna consulta previa», algo que «ni entienden, ni comparten». Se refiere al malestar que se ha extendido entre muchos de ellos por la sustitución de unos puestos por otros, «donde antes había un puesto de carne ahora hay uno de pescado congelado», por ejemplo. Una decisión que, según Gómez, siempre había sido discutida por las diferentes asociaciones implicadas pero que ahora es una competencia exclusiva del Ayuntamiento.

Pero no sólo eso, los comerciantes se quejan también del mal estado de las puertas o de la falta de limpieza en los baños. «Es imposible que un baño se mantenga en buen estado desde las 11 de la mañana, que es cuando lo limpian, hasta el día siguiente», lamenta. Por eso, «teníamos contratada a una chica que venía justo al cierre». Además de las consecuencias que sufren por la presencia de numerosos vendedores ambulantes en la entrada del mercado.

Sin embargo, aunque los comerciantes son conscientes de que gran parte de la situación es responsabilidad «de los morosos», reclaman el apoyo y la ayuda de la administración para solucionar las diferencias. «No podemos seguir así, la situación es insostenible porque la limpieza y la seguridad, sobre todo, son fundamentales».