El grupo municipal de Málaga para la Gente (IU) volverá a la carga en el próximo pleno con la situación, de degradación y abandono, que padece desde hace más de veinte años el edificio histórico del antiguo colegio de San Agustín. La coalición, liderada por los ediles Eduardo Zorrilla y Remedios Ramos, presentará una moción, la tercera en la última década, en la que, apoyándose en la información publicada por este diario el pasado lunes, reclamará al Ayuntamiento que intermedie con el Gobierno para encontrar una solución urgente, tanto en lo que respecta al mantenimiento del inmueble como a su futuro, todavía enmarañado, como infraestructura cultural.

La iniciativa, presentada este jueves por ambos ediles, apremia al Consistorio a dialogar con el Ministerio de Cultura, propietario actual de la construcción, y plantear, de una vez por todas, la rehabilitación de San Agustín y de su entorno, que se enclava en la misma secuencia de calles que contienen al Museo Picasso y a la Catedral. Zorrilla exige, además, que se cumpla con la inversión aprobada y se resuelva con garantías la última finalidad prevista para el complejo: su conversión, suspendida y sin fecha de continuidad, en la sede de la Biblioteca Pública del Estado.

En el texto de la moción, que será defendida en el pleno del próximo jueves, Málaga para la Gente recuerda que este proyecto, con licencia de obras desde 2007, fue postergado, en primera instancia, por diferencias técnicas entre las administraciones, y, más tarde, por lo que el partido considera un ejemplo rotundo de «desinterés y falta de voluntad política» por parte del PP. Las anteriores iniciativas, orientadas todas ellas a acelerar la rehabilitación, fueron aprobadas con el voto favorable del conjunto de los grupos políticos con representación.

Desde que los padres agustinos abandonaran el antiguo colegio, el edificio, que fue sede del Ayuntamiento, convento y hasta hospital, ha tenido una vida tan tortuosa como intermitente en lo que respecta a su uso y mantenimiento. Después de veinte años como sede de la Facultad de Filosofía y Letras y, posteriormente, de la escuela de idiomas para extranjeros, la construcción, levantada originalmente a finales del siglo XVII, cerró sus puertas. Y, además, con un baile de propietarios que incluye a la Diputación (1974), la Junta de Andalucía (1995) y el Gobierno (2004), que lo adquirió tras un trueque de propiedades con la administración autonómica.

En cuanto a la Biblioteca Pública del Estado, que cuenta con más de 100.000 volúmenes, su historia no desmerece en azar: el centro ocupa un depósito provisional desde el cierre de la Casa de la Cultura de la calle Alcazabilla y está en espera de su destino definitivo. Mientras, San Agustín acumula veinte años de abandono, con destrozos en este intervalo como el de su balaustrada central.