­La ofensiva del equipo de gobierno del PP frente al anuncio de huelga de la plantilla de LimasaLimasa se puso ayer en marcha con la intención de enviar a los trabajadores el mensaje de advertencia de las consecuencias que podrían desprenderse de dicha huelga. El trabajo correspondió ayer al portavoz del equipo de gobierno local, Mario Cortés, y, en menor medida al director del área de Medio Ambiente, Luis Medina Montoya.

Cortés volvió a defender ayer una de las propuestas que se barajan con más fuerza para el futuro de Limasa una vez que en marzo de 2017 acabe el actual contrato, una propuesta que ya fue adelantada por La Opinión de Málaga en octubre pasadoLa Opinión de Málaga y que no es otra que la privatización total de la empresa y la división y el reparto de los distintos servicios para adjudicar cada uno a una empresa distinta.

Cortes esbozó ayer esta propuesta argumentando que «no podemos continuar en la línea del chantaje constante de los trabajadores y por eso abogó por el modelo de privatización total y repartir los servicios de manera que la recogida vaya por un lado, el servicio de tratamiento por otro y la limpieza viaria por otro, e incluso dividir también la limpieza por zonas geográficas. De esa manera entraríamos en una sana competencia entre empresas de forma que cada una tuviese un servicio».

El portavoz reconoció que esta es una de las varias propuestas que se manejan de cara a 2017.

Esa ofensiva sobre la plantilla la completó ayer el director del Medio Ambiente, Luis Medina Montoya, que tras presentar la propuesta de servicios mínimos para la huelga del 1 de marzo, advirtió que «hay que tener en cuenta una posible división geográfica o por servicios de Limasa, tal como hemos visto en algunas de las ciudades que visitamos el año pasado, en donde hay una empresa que se dedica a la recogida, otra el servicio de limpieza y un contrato independiente para el tratamiento». Medina resaltó que cada una de estas opciones «tiene factores a favor y en contra y forman parte del estudio de futuro».

Lo cierto es que este modelo de repartir los servicios de Limasa en diferentes contratos y adjudicarlo cada uno a una empresa diferente ya está muy avanzada y La Opinión de Málaga adelantó la iniciativa en octubre del pasado año en una información que anunciaba que el Ayuntamiento y las empresas privadas que conforman actualmente el 51% de Limasa se inclinaban porque de cara al nuevo contrato que debía firmarse a partir de marzo de 2017 se fuese a un concurso y un pliego de condiciones que permitiese separar los servicios que preste la actual Limasa y adjudicar posteriormente cada uno a una empresa diferente. Como opciones que se barajan era invitar a las actuales empresas, FCC, Urbaser y Sando, para que se presentasen al concurso público.

Curiosamente el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, señaló entonces que esa propuesta -que tanto Mario Cortés como Luis Medina afirman ahora que está sobre la mesa de estudio- «no responde a la realidad bajo ningún concepto».

También la plantilla, a través del comité, expresó su rechazo frontal a la división y privatización de Limasa.