­La Diputación se comprometió ayer a seguir avanzando en el añorado camino hacia la transparencia absoluta en todo lo relacionado con la contratación de personal laboral. Lo hizo con los actuales directores generales en el punto de mira y, después de que la oposición en bloque haya mostrado en las últimas semanas su descontento con la manera en la que el equipo de gobierno del PP ha llevado a cabo una serie de contrataciones, con acusaciones de saltarse directamente todos los procedimientos considerados como imprescindibles para garantizar la imparcialidad a la hora de seleccionar al personal correspondiente.

Mal sentó en este sentido la supuesta recuperación de la exdirectora de Sabor a Málaga y antiguo cargo de confianza del PP durante el anterior mandato, y que ahora vuelve a trabajar para la marca de la Diputación, en esta ocasión, en calidad de técnica.

La verdadera prueba de fuego para el equipo de gobierno llegará, sin embargo, próximamente y amenaza con marcar un antes y después en el acuerdo de investidura sellado entre el PP y Ciudadanos en el mes de junio. El presidente de la institución, Elías Bendodo, tendrá que deshojar cómo tiene pensado afrontar una transición llamada a sustituir a los actuales directores generales por funcionarios de la casa. Al menos uno de los cuatro que conforman el actual organigrama en la Diputación en la actualidad tendrá que ser relevado más pronto que tarde para contentar a la formación naranja.

Si, hasta el momento, Ciudadanos ha probado sobradamente que existe en sus dos diputados el compromiso de acercar posturas con el PP siempre que se pueda, Gonzalo Sichar avisó ayer de que la realidad le hacía, por primera vez, sentirse desconectado de los términos a los que se había llegado a un acuerdo con el PP para que siga al frente de la Diputación. «Queremos establecer un calendario para que los directores generales pasen a ser funcionarios», recordó el portavoz de la formación naranja, antes de fijar la Semana Santa como fecha tope para exigir avances palpables en este sentido.

Recursos humanos. En un pleno enrarecido por la constante irrupción de la brega política a nivel nacional, con el debate sobre la utilidad o no de las diputaciones de nuevo sobre la mesa, el PSOE presentó una moción ambiciosa para garantizar la transparencia y la igualdad en los procesos de selección de personal en la Diputación. Según su portavoz, Francisco Conejo, llamada a acabar con el «enchufismo» y el «amiguismo» del PP en la institución, la moción, dividida en nueve puntos y aprobada en partes por unanimidad, prevé la restricción en el uso reiterado de contrataciones externas e insta al equipo de gobierno a que no cubra ningún puesto sin contar con la aprobación previa por parte de la Comisión Informativa.

En relación al séptimo punto de la moción y que hacía precisamente mención a la eliminación de las plazas de los cuatro directores generales en cuestión, los diputados de la formación naranja, sin embargo, se alinearon con el PP para votar en contra. «Nos consta que el equipo de gobierno ya está trabajando en un cronograma en este asunto», se justificó Sichar prometiendo una solución que, como los sudoku, se antoja complicada.

La moción de Ciudadanos, relativa al aumento de la transparencia en el ámbito de los recursos humanos, muy en sintonía con la presentada por el PSOE, se liquidó aprobándose por unanimidad.

Esto no evitó, en todo caso, que se produjeran los habituales encontronazos discursivos, especialmente protagonizados por Bendodo y Conejo a raíz del futuro del Caminito del Rey. El portavoz socialista acusó al presidente de la institución de fomentar el oscurantismo en lo relativo a la privatización de la senda legendaria.