La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a un año de prisión a un hombre que vendió o arrendó aprovechamientos sobre parcelas convertidas en cotos de caza sobre las que él no tenía ningún derecho, puesto que falsificó los documentos. Logró así 90.000 euros que ahora devolver a los estafados. Al final de las operaciones, los llevó a un cortijo con la promesa de firmar unos contratos, sacó una pistola, les dijo que todo era falso y, acto seguido, se marchó.

Así, la sentencia considera probado que el acusado había mantenido relaciones comerciales previas con uno de los estafados en la actividad de la caza y le dijo que «iba a conseguir el aprovechamiento cinegético de los terrenos dependientes de la Cuenca Mediterránea de aguas en Málaga, exhibiéndole una solicitud para la citada concesión del 13 de febrero de 2006 dirigida a la Agencia Andaluza del Agua». Consiguió venderle, dicen los magistrados, a cambio de 30.000 euros ese aprovechamiento cinegético, suscribiendo a tal efecto un contrato fechado el 13 de febrero de 2006.

Asimismo, tras simular los planes técnicos de caza de dos cotos, aprobados por la Consejería de Medio Ambiente, hizo constar en los documentos que eran cotos de caza mayor y menor (cuando eran parcelas destinadas a la segunda actividad) y además eran titularidad de la Sociedad de Cazadores La Torre. «Lo convenció para que le arrendara dichos cotos a cambio de 60.000 euros, llevándole el 26 de mayo de 2006 el contrato de arrendamiento y, tras firmarle y entregarle el dinero, se lo llevó, devolviéndolo a los dos días firmado supuestamente» por el presidente del colectivo.

Finalmente, le presentó otros supuestos planes técnicos en relación a dos cotos propiedad de la Sociedad de Cazadores de Casarabonela para acordar así su arrendamiento. Quedaron, dice la Sala, el 6 de septiembre de 2006 en la estación de Bobadilla para suscribir los contratos, lugar al que fue el estafado junto a un colega de negocios, «llevándolos el acusado hasta un cortijo donde, tras sacar una pistola, de la que se desconocen las características e inutilizada para disparar, les indicó que toda la documentación aportada era falsa». Luego, abandonó el lugar.

El acusado ha sido sentenciado a un año por estafa continuada en concurso ideal con falsedad, aunque se aprecia la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. Además de la prisión y la multa, tendrá que indemnizar al afectado en 90.000 euros y hacer frente a las costas.