Málaga acumula ya casi 1.000 toneladas de basura en sus calles al cumplirse el segundo día completo de la huelga de los trabajadores de Limasa, según los cálculos del área de Sostenibilidad Ambiental del Ayuntamiento, sin que a lo largo de la jornada de ayer se produjera ningún contacto ni acercamiento entre las partes en conflicto con vistas a alcanzar un acuerdo o un acercamiento de posiciones, por parte del comité de trabajadores y del Ayuntamiento, mientras la empresa guarda silencio.

Las toneladas acumuladas se dejan ver con mayor presencia en el Centro y en zonas donde predominan los negocios de hostelería, pero también en distritos como Carretera de Cádiz o Miraflores.

Lo peor es que, dado el nivel de los servicios mínimos decretados y el alto seguimiento de la huelga por parte de los trabajadores de Limasa, fuentes de la dirección de la empresa prevén que para hoy jueves o el viernes la ciudad quede «colapsada» por la basura sin recoger que se amontone en las calles. Será a partir de entonces, apenas tres días después de iniciado el conflicto, cuando la ciudad comience a tener problemas higiénicos y sanitarios debido a la acumulación de restos.

En este escenario, el alcalde, Francisco de la Torre, volvió ayer, como en otras ocasiones, a poner la atención sobre los trabajadores de Limasa, de los que dijo que «son un colectivo que tiene una situación de ingresos superior al resto de los trabajadores municipales (aunque ellos no lo sean) y muy superior al resto de la población de Málaga».

De la Torre añadió que los trabajadores de Limasa «han tenido un incremento de su poder adquisitivo en estos años de crisis, lo que no ha ocurrido con ningún colectivo de trabajadores de la ciudad».

Pese a estas críticas, De la Torre llamó a los trabajadores y en especial al comité de empresa a que «vuelvan a la senda del diálogo», pero pensando que un esfuerzo presupuestario en su favor va en detrimento de otras partidas, «todas ellas con un claro sentido social». De igual modo, indicó que el Ayuntamiento, como único cliente de Limasa, ha pedido a la empresa que certifique el cumplimiento de los servicios mínimos establecidos por la Junta de Andalucía.

Añadió, en este punto, que es necesario determinar si éstos se cumplen, ya que, en ese caso, «quizá sería necesario pedir un incremento», barajando también el supuesto de que, «de manera sorprendente, no se estén desarrollando bien, dificultando el trabajo», lo que «significaría que no hay un cumplimiento claro por parte de los trabajadores».

Así, advirtió de que, pese a que los servicios mínimos son del 50 por ciento en el Centro Histórico y del 40 por ciento en el resto de barrios, el porcentaje de recogida durante la primera jornada de la huelga fue, sin embargo, «bastante inferior».

Al respecto, según informó la empresa el pasado martes, salieron a trabajar todos los servicios mínimos establecidos, aunque el cumplimiento de su tarea quedó incompleto debido a averías en los vehículos o en los contenedores tanto de carga como soterrados. De hecho, sólo la mitad de los equipos finalizó su trabajo (22 de un total de 43).

En cuanto, al turno de la mañana, terminaron su tarea siete de los 17 equipos -un 40 por ciento de los servicios mínimo-, y, respecto al de la tarde, completaron el trabajo seis de los ocho grupos de recogida -un 75 por ciento-.

Por su parte, el comité de empresa, por boca de su presidente Manuel Belmonte, aseguró que los servicios mínimos se están cumpliendo «escrupulosamente» y que las incidencias del primer día se debieron a que, tras tres días de trabajo en festivo (sábado, domingo y lunes), los camiones estaban con problemas que no pudieron arreglarse al no estar abiertos los talleres de la empresa. Belmonte añadió que la colaboración respecto a los servicios mínimos es total con la empresa y que en los próximos días se notará.