Jueces para la Democracia, organización profesional de carácter progresista de la judicatura, organizó ayer en el salón de actos de la Ciudad de la Justicia un encuentro entre periodistas y magistrados para analizar los principales temas de interés en cuanto a periodismo judicial se refiere: la pena del telediario, las filtraciones bajo secreto de sumario o la presencia de los medios en el proceso penal. Togados y redactores convergieron en la idea de que Málaga ha sido punta de lanza de la información de tribunales en el país merced al rosario de macrocasos que han protagonizado las portadas en los últimos años tales como Malaya, Minutas, Nilo, Troya, Pantoja, Fergocon o Goldfinger.

Así lo puso de manifiesto María Jesús del Pilar Márquez, magistrada y presentadora del evento, quien señaló que Málaga «es punta de lanza en cuanto a formación judicial se refiere y sus jueces y periodistas, pioneros», para luego recordar los cambios a los que está sometido el periodismo con las redes sociales e internet y el rosario de macrocasos judiciales que han tenido lugar en los últimos años, entre los que destacan Malaya y Pantoja. Con ella se mostró de acuerdo el juez decano, José María Páez.

En la primera de las ponencias, que estuvieron moderadas por la togada Isabel María Alvaz Menjíbar, intervinieron la juez de Instrucción 13, Isabel Tobeña, e Inmaculada Martínez, jefa de prensa del TSJA. Tobeña indicó que, lo ideal, es establecer un control estricto para evitar filtraciones en los sumarios, y recordó que el sigilo procesal no es «casual, ni un capricho», porque afecta a la presunción de inocencia y los datos personales.

Martínez, por su parte, indicó que los jueces deben cambiar un poco «el chip», y recordó que lo esencial es que la información se canalice por el gabinete de prensa durante la instrucción, especialmente si está vigente el secreto de sumario. «La instrucción se ha convertido en la verdad judicial y la verdad judicial no es eso», ya que algunas partes pueden intoxicar.

Ignacio González Vega, magistrado, y la periodista Teresa Santos reflexionaron sobre la pena del telediario. El primero afirmó que, a menudo, «los acusados son presentados como culpables de los delitos». «Dar imágenes de detenidos no es necesario para la información, instala una pena anticipada», precisó, para abogar por un código de buenas prácticas periodísticas.

La decana de la prensa judicial en Málaga, Teresa Santos (RNE), abogó por hablar de «los efectos de la noticia», y recordó el caso Wanninkhof para insistir en que nadie amparó a Dolores Vázquez, primero condenada y absuelta después por el tema. «Yo aprendí a tener un cuidado tremendo al dar la información?», se preguntó.

También intervinieron el magistrado José Luis Utrera, hablando sobre la presencia de los periodistas en los juicios, acompañado por el redactor de La Opinión José Antonio Sau, y la presidenta de la Sección II, Lourdes García Ortiz, y la redactora de El Mundo Marta Sánchez Esparza.