­La posible salida del Reino Unido de la Unión Europea no figura entre las principales preocupaciones de los residentes foráneos de la Costa del Sol. Más de 50.000 británicos conviven en la provincia y la mayoría confiesa que los compatriotas que pasan la mayor parte del año en territorio malagueño están más atentos a campañas de empadronamiento como la impulsada por el Ayuntamiento de Nerja en colaboración con su consulado o a si habrá pronto un nuevo gobierno en España.

Jacqueline Kay Harrison reside en el entorno de Torrox Costa, cerca del término municipal nerjeño. Confiesa que sería mucho mejor que el Reino Unido estuviese fuera de la Unión Europea. «Los alemanes y los franceses son los que mandan. Los demás países estamos muy controlados por ellos. No hay mucho que nos dé Europa en la actualidad».

Reconoce que su testimonio es el que comparten muchos de sus compatriotas. Pero también existe una amplia mayoría que no opina, puesto que le preocupan más otros asuntos más cercanos.

El concejal responsable del Departamento de Extranjeros de Nerja, Jorge Bravo (IU), reconoce que en efecto los miles de residentes británicos de la Costa del Sol están por ejemplo más pendientes de actualizar sus datos en el padrón de su municipio, después de las campañas que se han puesto en marcha. «Cada día estamos recibiendo numerosos emails solicitando información, porque saben que el propio consulado les está indicando que deben hacerlo».

Nerja teme perder más de un millar de británicos, lo que incluso amenaza con dejar al municipio por debajo de los 20.000 habitantes con el consiguiente perjuicio económico -por ayudas exteriores- o la disminución del número de concejales en el salón plenario.

Aún restan no obstante todos los días que le quedan al mes de marzo, porque hasta entonces no está previsto que «desaparezcan automáticamente» todos los residentes foráneos que no hayan renovado su condición de habitantes en el padrón durante los dos últimos años.

Muy por delante de otros países

El Reino Unido casi dobla las cifras de Marruecos y multiplica por tres o por cinco las de Rumanía e Italia, si tenemos en cuenta la relación de residentes foráneos de Málaga por países de origen. Pero no es menos cierto que 20.000 habitantes británicos se han ido de la Costa del Sol en un plazo inferior a los cuatro años.

John Cracknell, que pasa largas temporadas en Nerja, confiesa que la tendencia se mantendrá durante los próximos años. «Aquí en la comarca de la Axarquía ha habido una enorme inseguridad jurídica en el tema de las viviendas. Andalucía tiene mala prensa en ese aspecto y muchos compatriotas no se fían de firmar hipotecas, porque se han visto las demoliciones casi en directo. Pero tampoco ayuda que no haya gobierno durante muchos meses. España puede parar su progresión por culpa de un tema político. Lo hemos visto en otros países del entorno. No es buena la fragmentación que hace ingobernable a las naciones», argumenta.

El Consulado de Gran Bretaña en Málaga no entra a considerar la posible salida de la Unión Europea ni lo que apuntan residentes como Cracknell. Actualmente, como reconocen muchos de los británicos consultados, no sólo en Nerja, su misión es la de informar sobre las renovaciones.

Este organismo ha mantenido en estos últimos meses numerosas reuniones para indicarles a los ciudadanos foráneos que deben de renovar su inscripción en el padrón de su municipio cada dos años. «Cuando este tiempo pasa, se quitan de la lista de habitantes y el Ayuntamiento podría perder así servicios públicos: médicos, centros de salud, policía, escuelas, bomberos o infraestructuras».