Toni, un chico guapo, sofisticado y tierno, se enamora de Elena, una mujer divertida, guapa, sensible... y gorda. Con su particular sentido del humor intenta demostrarle que los sentimientos están por encima de las apariencias pero la presión social es más fuerte y Luis decide dejarla. Este argumento de la obra teatral «Gorda», que Teté Delgado protagonizó hace casi diez años, sigue sin embargo siendo una realidad y coincide con muchas historias que las mujeres cuentan en las redes sociales. La gordura, sin embargo, nunca ha sido una traba para Teté Delgado. Al contrario, en un sector repleto de chicas altas, guapas y, por supuesto, delgadas, el talento de la porriñesa consiguió hacerse un hueco desde sus inicios en los escenarios, aunque muchas veces encasillada en papeles acordes a su físico. Tras el éxito teatral de «Gorda», la actriz gallega participó en «Gordos» (2009) y actualmente está de gira con «Sofocos Plus», donde desdramatiza, en esta ocasión, la menopausia.

La actriz asegura que las cosas van cambiando «pero muy poco a poco» y lamenta que en el mundo de la moda la unificación de las tallas es aún una quimera. «Los diseñadores están empezando a ver que es un mercado con muchas posibilidades y poco a poco se van creando prendas más divertidas porque hasta hace poco parecía que las mujeres gordas teníamos la obligación de vestir de forma recatada y todas iguales», destaca.

La propia Teté fue imagen de una línea de ropa de tallas grandes que bautizaron «Diviértete». «La idea era subir el alto de las faldas, abrir los escotes, dar color y alegría a las prendas... pero a la siguiente colección volvieron al clasicismo. Una pena», se lamenta.

Actualmente tampoco abundan los diseñadores que pongan su talento al servicio de los cuerpos más allá de la 42. Adolfo Domínguez, que tiene una línea Plus, y Violeta, de Mango, que ha revolucionado el mercado con una firma de ropa actual, moderna y muy asequible, son casi las únicas muestras, aparte, por supuesto, de los que se dedican en exclusiva a este mercado como Elena Miró o Couchel.

"La felicidad no vive en la cintura de nadie"No son muchos los diseñadores que deciden hacer una línea de tallas grandes. Usted lo hizo y hace ya una década. ¿Por qué tomó esa decisión?

Fue una combinación de negocio y cariño. La mujer que más quise, mi tía Anuncia, era enorme. Todavía recuerdo su abrazo.

¿Cómo es la acogida de las colecciones de la línea Adolfo Domínguez + en estos momentos?

Buena, porque tenemos una relación de alta fidelidad con nuestras clientas.

Cree que debería haber más pasarelas dedicadas a estas tallas superiores a la XL o que fueran las pasarelas «normales» las que integraran en sus desfiles modelos de estas tallas?

Esas decisiones no las tomamos los diseñadores. Los cambios en el canon de belleza son fruto de muchos factores sociales y estos no cambian tan rápido como la moda.

¿De qué forma cambia su forma de diseñar cuando lo hace para estas mujeres?

No importa lo grande que sea la ropa, me mantengo firme: poesía, belleza y sencillez. No sé trabajar de otra forma.

El fenómeno «curvy», ¿cree que puede ser positivo para que las mujeres aprendan a ser felices con sus cuerpos?

«Mens sana in corpore sano» La felicidad no vive en la cintura de nadie. Si te quierestal y como eres, serás feliz.