Después de una gestación orientada a conseguir el máximo consenso posible entre todos los grupos políticos en el Ayuntamiento de Málaga, la junta de gobierno local aprobó ayer el proyecto de presupuesto para 2016. Un paso previo a su ratificación definitiva en el próximo pleno ordinario que se celebrará el próximo 16 de marzo. El presupuesto desbloqueará un total de 728 millones de euros, un incremento del 4,2 por ciento comparado con las cuentas correspondientes al 2015. Los ingresos previstos están marcados en 732 millones. Dentro de este ascenso en el presupuesto, se incluyen todas las áreas de gobierno y distritos, que también contarán con más liquidez que el año anterior.

En un contexto económico dibujado por el buenismo en las previsiones, el Ayuntamiento de Málaga ha calculado su presupuesto confiando en el afianzamiento de la recuperación en España, con un crecimiento del PIB del 3 por ciento, un incremento del consumo privado, también, del 3 por ciento y un aumento del 6 por ciento en las exportaciones.

En las previsiones para la provincia de Málaga, las cuentas contemplan un crecimiento del 2,7 del PIB. Encabezado, a pesar de todo, de nuevo sobre una acumulación de brotes verdes en un sector que ha traído tantos quebraderos de cabeza como la construcción. En concreto, con un 4,4%. En lo relativo al consumo de hogares, los cálculos prevén un aumento de gastos del 3,3%.

Según los datos que maneja el área de Economía y Hacienda, el apartado con mayor incremento se registra en lo referente al gasto social. Sin motivos para jactarse, los presupuestos contemplan un plan de emergencia social y asciende hasta los 81,8 millones de euros. Dentro de esta partida se encuentran también la atención y prevención de la violencia de género y prestaciones a familias afectadas por la crisis. La correspondencia temporal en los últimos años marca un progresivo aumento en los gastos sociales. De los 60,8 millones de euros en 2013 se ha pasado hasta los 81 millones de 2016 en una escalada del 34,5 por ciento.

En lo referente al gasto verde, las acciones medioambientales suman más de 177 millones de euros. Entre otras, las actuaciones previstas se distribuyen en las entidades urbanísticas dedicadas a la conservación, la puesta en marcha del censo de ADN canino y la creación de zonas de uso ciudadano en el monte Gibralfaro. Para la parte que contempla el gasto cultural, la cuantía disponible asciende a 50,7 millones. Incluye actuaciones en museos, como el Centre Pompidou y el Museo Ruso. También se incluye aquí la financiación relativa al Festival de Cine y el mantenimiento de programas educativos. Además,en este apartado entra la promoción turística, en esta ocasión centrada en los mercados lejanos.