El hedor y el olor a descomposición dieron ayer lugar a una nueva fragancia en la capital. Un primer paso para recuperar la estabilidad olfativa, puesta en grave riesgo durante los últimos diez días y medio de huelga de basura, se dio ayer cuando los operarios de Limasa empezaron a esparcir el Zotal por las calles y los contenedores de Málaga. Se trata del desinfectante con el que trabaja Limasa y que está llamado a convertirse en producto estrella para cumplir con el objetivo marcado: borrar todo rastro de huelga en los próximos cinco días y devolver la capital a su estado preconflicto.

Apenas habían votado desconvocar la huelga, cuando los primeros trabajadores de Limasa ya se presentaron para el turno de tarde que dio inicio a las 14.00 horas, y que arrojó los camiones de Limasa a las calles. Para acelerar el proceso de recogida de la basura acumulada, los trabajadores contarán en estos primeros días con la ayuda de una empresa externa. La misma que ya ha estado operando los últimos días, retirando basura en aquellos puntos considerados como focos de insalubridad. En el camino de devolver a Málaga a su normalidad, quedan ahora más de 5.000 toneladas de basura que se han ido acumulando en los contenedores y en la vía pública desde que comenzó la huelga el pasado 1 de marzo. Dividiendo la recogida en barrios, las primeras batidas de Limasa se abrieron paso por las calles del centro histórico y entre invectivas dialécticas de algún que otro espontáneo que creyó necesario expresar a los trabajadores su disconformidad con el derecho a huelga por vía directa y en primera persona. Así, los primeros pasos para desestercolar la ciudad estuvieron acompañados también por fuerzas de la Policía Nacional en una de las imágenes que retrató a la perfección el nivel de crispación alcanzado durante los últimos. El presidente del comité de Limasa, Manuel Belmonte, pidió que los operarios estén escoltados estos primeros días. Volvió a recordar en este sentido que algunos de ellos habían sido agredidos física y verbalmente mientras que operaban las calles en los turnos correspondientes a los servicios mínimos. En la mañana de ayer, antes de que se conociera el veredicto definitivo, empresas externas contratadas por el Ayuntamiento ya despejaron de residuos aquellas zonas en las que se consideraba que había riesgo para la seguridad de las personas y vehículos o por riesgo de incendios.

Unos 24 contenedores en llamas

Una noche más, el jueves se abrió la veda pirómana en las calles y ésta dio lugar a la quema de 24 contenedores. Según los datos facilitados por la Policía Local, la cifra de contenedores incendiados asciende hasta los 195. En lo que respecta a los servicios mínimos durante el último día de huelga, unos 18 equipos salieron en el turno de noche, 17 en el turno de mañana y 12 completaron el de tarde. La mayoría de ellos, según el Ayuntamiento, lo hicieron de nuevo con retraso debido al excesivo celo empleado por parte de los delegados de prevención de riesgos de Limasa a la hora de inspeccionar los vehículos en su salida.

Hoy se comenzará con el baldeo del centro histórico y con la recogida de la basura en los barrios más poblados. El miércoles emerge como fecha de entrega.