­La última huelga de limpieza en Málaga ya es historia. Terminó ayer cuando al filo de las 14 horas la asamblea de trabajadores de Limasa votó a mano alzada de la gran mayoría de los presentes la desconvocatoria de la huelga poniendo fin a 10 días y medio de paro que han dejado en la ciudad más de 5.000 toneladas de residuos. La desconvocatoria del paro es la consecuencia del acuerdo alcanzado la pasada madrugada entre el Ayuntamiento de Málaga, la empresa y el comité, que quedaba supeditado a la asamblea de ayer, que lo ratificó en menos de una hora.

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La normalidad se restableció de inmediato ya que el turno de tarde, que se inicia a las 15 horas, se puso en marcha sin incidentes tanto en Los Ruices como en el resto de cuartelillos que abren por la tarde.

A este respecto, el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, pidió en la asamblea que se escoltara a los trabajadores durante los próximos días por miedo a posibles incidentes con los vecinos, dado el «clima de agresividad que desde el Ayuntamiento han creado contra nosotros». Y así fue, pues las distintas cuadrillas y vehículos que ayer tarde se desplegaron por el Centro iban protegidos por vehículos policiales.

Las claves del acuerdo

La asamblea, a diferencia de la del pasado lunes que tumbó el principio de acuerdo, se celebró sin tensión y terminó con los trabajadores festejando lo conseguido con gritos de «¡Sí se puede!» y vítores al comité de empresa por los acuerdos alcanzados.

Las negociaciones se han saldado con un reconocimiento a casi todas las demandas de los trabajadores, ya que sus reclamaciones se centraban en la restitución del descanso en el fin de semana completo, volver a tener vacaciones en los meses de verano, restablecimiento de la paga de productividad, pago de la baja como si se trabajase y no darle al acuerdo carácter de convenio. Todas ellas han quedado resueltas a su favor total o parcialmente.

Por ello, Belmonte celebró que en la negociación con el Ayuntamiento y la empresa hayan conseguido casi todo lo que estaba en el convenio anterior y confió incluso en alcanzar todo si los tribunales finalmente les dan la razón.

El acuerdo establece el descanso de sábado y domingo para todo el personal fijo, de manera inmediata y con carácter indefinido; en materia de vacaciones, los trabajadores puedan disfrutar de 15 días de junio a septiembre, con 24 o 25 operarios más sobre el cuadrante actual, y los otros 21 días, el resto del año con vigencia para este año y el próximo. También se hará antes del 31 de agosto una nueva regulación de la bolsa de eventuales.

En el caso de baja transitoria se cobrará igual que trabajando, incluido el plus de nocturnidad. La paga de productividad, denominada «pago a cuenta de sentencia», se abonará este año en 867 euros, más los 276 euros previstos en la extra de septiembre. Para 2017 el acuerdo condiciona esta paga y otros aspectos a lo que determine el juzgado de lo Social número 12 acerca de si se tienen en cuenta las modificaciones posteriores al convenio de 2010-2012, previo a los recortes.

El acuerdo no se transforma en convenio, como quería el Ayuntamiento, sino que una vez se conozca el fallo del juzgado de lo Social 12, si éste fuese favorable a la empresa, se abriría un periodo de consultas para elevarlo a convenio con vigencia 2016/17, de lo contrario, seguiría vigente el convenio 2010.

Los día de huelga no serán compensados. No obstante, tanto el alcalde como el presidente del comité dijeron que los trabajadores serán los encargados de recoger la basura de las calles y si es necesario se contratará a empresas privadas.

En el acuerdo no se hace mención al polémico tema de los puestos hereditarios, que continuarán igual, ni tampoco a la exigencia inicial del Ayuntamiento de Málaga y la empresa de que los trabajadores renunciaran a convocar huelga en los dos próximos años; en reciprocidad, tampoco contempla la petición hecha por los trabajadores de que la empresa renunciase en los próximos años a poner en marcha un ERTE, ERE o descuelgue salarial.

La cesta de Navidad quedará pendiente de la sentencia que debe dictar el juzgado de lo Social 12, que debería regular la aplicación de éste y otros temas donde hay interpretaciones diferentes entre empresa y comité.

Tampoco se recoge en el acuerdo la eliminación de las sanciones impuestas a los trabajadores por «trabajar a reglamento», como ellos defienden, o por los paros no convocados del 18 de enero y se deja en manos del consejo de administración de Limasa.

Belmonte destacó que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se ha comprometido a reunirse con el comité después de Semana Santa para «estudiar el modelo de gestión para un futuro a partir del año 2017». Al respecto, De la Torre afirmó a los periodistas que ha notado «un acuerdo más sólido», en comparación con los otros alcanzados en negociaciones anteriores.