Una situación como la que vive este malagueño le puede pasar a cualquiera, pero pocos reaccionarían como él. La escena tuvo lugar hace unos días en la calle Sagasta. Al comprobar que se le habían caído las llaves, fue a una tienda de chinos a comprar una red con la que tentar la suerte y tratar de pescar las llaves en la alcantarilla. Personas así de resolutivas son las que necesita la política.