­El crujir del hielo y los patines de madera deslizándose sobre un inmenso manto blanco son algunos de los recuerdos que trasladan a Manuel de nuevo a Groenlandia. Un lugar donde nace la unión entre el perro y el ser humano y que vuelve a visitar para una nueva misión con la que cautivar en primera persona a su vuelta a cientos de escolares.

El malagueño Manuel Calvo es uno de esas personas que ha nacido para vivir la vida como una auténtica aventura. A sus 49 años y desde hace ya tiempo, la suya está ligada a los perros y su pasión por inculcar a las futuras generaciones ese amor incondicional.

Hace cerca de un año estuvo en Groenlandia recorriendo una ruta que hace un siglo hacían los esquimales junto con 16 perros de raza autóctona; el groenlandés. Un viaje patrocinado por Canon España y Purina Proplan en el que estuvo ocho días montado en el trineo y soportando temperaturas que alcanzaron los 42 grados bajo cero. Él, los perros y su compañero Paulus, un inuit conocedor de la zona. «Era una imprudencia no ir acompañado por alguien que conociera aquello», destaca.

El día 30 de marzo vuelve a partir pero con un nuevo objetivo. Si su primer viaje fue para conocer cómo vivían los habitantes de la zona y recorrer las rutas habituales de los trineos, ahora va un poco más al sur para buscar los osos polares, ver los efectos del cambio climático y estudiar en qué se diferencia esa raza autóctona del resto para adaptarse a esas condiciones tan adversas.

No irá solo, le acompaña un veterinario bajo un convenio con la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona y también recogerán muestras biológicas que estudiarán en la Facultad de Biología de la Universidad de Málaga para conocer en esos microorganismos los efectos del calentamiento global.

«Lo que peor llevé en el primer viaje fue el frío», añade. La temperatura más cálida que experimentó fue de 20 grados bajo cero. El récord fue soportar 20 grados menos y superar los menos 40 grados bajo cero. Aun así, este año vivirá en el trineo durante 11 días y cámara de vídeo en mano para inmortalizar toda la experiencia que después enseñará por los colegios.

El chocolate, las galletas, la mantequilla o las galletas son la base de la dieta hipercalórica que llevará. «El año pasado ya lo hice así aunque también comí productos autóctonos que llevaba Paulis como pescado seco», explica. Aun así, este nuevo viaje incorpora nuevos elementos como es la comida seca, un producto similar al que consumen los astronautas. «Llevo un hornillo de alcohol para descongelar agua y algunos alimentos estarán hidratados. Es más fácil y rápido», añade.

La adrenalina siempre ha corrido por las venas de Manuel. El presidente de la asociación Maraton Dog es un amante de los deportes al aire libre y su debilidad son los perros pero tiene facetas variopintas que le convierten en una persona llena de inquietudes y ganas de vivir. Diplomado en la Escuela Náutica de Almería y Alicante en las ramas de Máquinas y Puente, además es técnico en supervivencia en el mar y lucha contra incendios en buques, buceador profesional y de la Armada española. Embarcó por primera vez en la Marina Mercante a los 17 años, donde estuvo trabajando como capitán durante más de 20 años. En 2007 dejó el mar para dedicarse a su gran pasión, los perros. «Ahora tengo 7 pero antes tenía 18», matiza.

Este actual trabajador y organizador de eventos de Purina Proplan ya organiza con sus compañeros el que será el próximo viaje. Barajan dos destinos y ambos lejos de Groenlandia. Una opción es viajar hasta Mongolia donde una tribu utiliza aún los perros de trineo para sus desplazamientos y tardan en cruzar un lago cuando se congela una semana. El otro viaje le llevaría hasta Nepal donde se le hace un gran homenaje al perro y podría conocer qué se esconde detrás de esa fiesta y la cultura que hay acerca de los canes.

Todavía no está decidido. Ahora toca disfrutar de su próxima experiencia pintada por una amplia paleta de tonos que se mueven entre el blanco y el azul. «Mi hijo el mediano de 15 años iba a venir a este viaje pero al final no ha podido ser. El próximo sí vendrá», asegura este amante de los perros.