Miguel Montes, antiguo dirigente vecinal de Monte Dorado, sostiene un acuerdo de la comisión de Urbanismo de enero de 1987. Por este acuerdo, la propietaria de la finca El Aceitero, donde hoy se levanta la barriada de Monte Dorado, cedía de forma gratuita el suelo que restaba de las parcelas vendidas. En un escrito del mismo mes, enviado por su abogado, la propietaria precisaba que la cesión se realizaba a cambio de que «en la medida en que fuera procedente pudiera tramitarse la legalización de la zona consolidada», pues se había construido en suelo no urbanizado.

Como resultado de este acuerdo, el Ayuntamiento tiene en la actualidad en el barrio 17 parcelas de su propiedad que suman 72.428 metros cuadrados. Todos estos miles de metros cuadrados y el acuerdo de 1987 son las dos razones que sostienen los vecinos para no tener que pagar de su bolsillo los 4.300.000 euros que costaría la urbanización de la barriada. El coste lo deberían afrontar unas 85 familias.

«Nos han mandado un proyecto para levantar todas las calles del barrio y hacerlas de nuevo, calles algunas que no llevan ni dos años hechas», destaca Miguel Montes, que recalca que hace ya años que sobre Monte Dorado planea este problema, un plan especial que en tiempos del concejal de Urbanismo Manuel Díaz iba a costar unos 7 millones de euros, luego bajó a 1.700.000 y la última cifra, aportada por la Gerencia el año pasado, habla de esos 4.300.000 euros.

«El acuerdo era la legalización de todas las parcelas, la propietaria cedió los terrenos y el Ayuntamiento no ha cumplido su parte», lamenta Miguel Montes, que recalca que muchas de las calles que en teoría deben levantarse de nuevo «las ha hecho la Diputación o el Ayuntamiento».

Miguel pasea por la calle El clarinete junto con José María Lobera, otro antiguo dirigente vecinal. La calle luce impecable y como explica José María: «En Monte Dorado tenemos todos los servicios metidos y en funcionamiento, las tuberías para el alumbrado, telefónica, aguas pluviales que en el 90 por ciento de Málaga no existen, ¿quieren levantar una cosa así para gastar dinero?», se pregunta.

Miguel Montes quiere agradecer la ayuda de la concejala socialista Lorena Doña y explica que se ha puesto en contacto con los grupos municipales del PSOE, Málaga para la Gente y Málaga Ahora, para reclamar sus derechos. «De momento no hemos tenido una reunión con Urbanismo», aclara, pero dice que los vecinos quieren hacer valer esos miles de metros cedidos de forma gratuita al Ayuntamiento para que no les hagan pagar tras un acuerdo adoptado por el Consistorio hace casi 30 años.

La línea 37 de la EMT. Los antiguos dirigentes vecinales aprovechan para pedir un mejor servicio de la línea 37 de la EMT (Av. Andalucía-Altamira-Monte Dorado), que ellos mismos ayudaron a traer al barrio a comienzo de los años 90, con el problema de que se queda a la entrada de Monte Dorado, al pie de una larga cuesta. «Por entonces nos decían que la plaza Clarinete no estaba arreglada, pero han pasado los años y sería poner sólo dos paradas más», reclama José María Lobera.

También subraya que muchas vecinas mayores usan el autobús para hacer la compra, «y luego tienen que subir la cuesta cargadas de bolsas». Por eso pide que, igual que la línea acaba algunas veces en La Minilla, «termine de forma alterna en el barrio pero no a la entrada».