­El sindicato CCOO de Málaga denunció ayer la situación de sobrecarga de trabajo y la pérdida de derechos laborales que vienen sufriendo en los últimos años el colectivo de camareras de piso que trabaja en los hoteles de la provincia, integrado por unas 3.000 personas y que representa entre un 25% y un 30% del total del empleo hotelero. La secretaria general del sindicato de servicios de CCOO Málaga, Lola Villalba, achacó los problemas tanto a la escasez de personal de muchas plantillas como a la incidencia de la reforma laboral, que posibilita que estas trabajadoras puedan cobrar por debajo de lo que marca el convenio del sector en el caso de que los hoteles decidan externalizar este servicio con otras empresas.

«El problema más grave es que algunos hoteles están subcontratando el servicio de limpieza de habitaciones con empresas externas que, a través de la reforma laboral, pueden pagar a estas trabajadoras al margen del convenio de hostelería. Nos encontramos así con diferencias de hasta un 40% de sueldo entre trabajadoras acogidas al convenio y las que realizan servicios externalizados», dijo Villalba, que lamentó este retroceso de condiciones en uno de los colectivos que más ha contribuido a la calidad de la industria turística.

El sindicato analizó la situación de las camareras de pisos -la categoría profesional está integrada prácticamente al completo por mujeres- con motivo de la presentación ayer en Málaga del libro Las que limpian los hoteles. Historias ocultas de la precariedad laboral, escrito por Ernest Cañada y que recoge testimonios de trabajadoras de toda España. El acto, celebrado en el Ateneo de Málaga, forma parte de la campaña de la federación sindical internacional, REL-UITA para fomentar el trabajo digno de estas trabajadoras.

Villalba afirmó que la crisis ha sido utilizada como «un pretexto para intensificar tendencias que ya apuntaban hace largo tiempo, utilizando la misma para un brutal ataque al empleo, a las condiciones de trabajo y los derechos laborales».

Según explicó la representante de CCOO, otro de los males que aquejan a estas trabajadoras es la intensa carga de trabajo que vienen soportando, ya que algunos establecimientos hoteleros tienen sus plantillas ajustadas al máximo.

«Hay trabajadoras que tienen que limpiar entre 25 y 30 habitaciones al día. Hablamos de camas, cristales, terrazas, cuartos de baño, moquetas. Antes, las camareras de pisos tenían el apoyo de una persona que les ayudaba, por ejemplo, a llevar y traer la ropa, pero esa categoría ha desaparecido», recordó. Este ritmo de trabajo provoca la aparición de enfermedades musculares y esqueléticas, dolores crónicos o síndromes como el del túnel carpiano, que afecta a las muñecas. «La consecuencia final es que más del 90% de estas trabajadoras no llega activa a la edad de jubilación sino que pide antes la baja por invalidez», aseguró.

Por su parte, la sindicalista de CCOO y una de las protagonistas que dan su testimonio en el libro, Josefa García Lupiáñez, reclamó que estas trabajadoras puedan optar a jubilarse anticipadamente. «En los casos que proceda, y con un grado de minusvalía superior al 33% para que se puedan acoger a las jubilaciones parciales aquellas camareras de piso que tengan 25 o más años de servicio, aunque no tengan los 33 años que se les exigen en este momento», afirmó.

El secretario de Política Institucional de Servicios de CCOO de Andalucía, Gonzalo Fuentes, añadió que «a pesar del buen momento hotelero, hay una parte de empresas ancladas en el cortoplacismo y los beneficios inmediatos, y con escasa visión de futuro y de apuesta por la calidad».