­El velero Diosa Astarté llevaba tanta droga que los cuatro detenidos -dos españoles, un boliviano y un marroquí- pasaron la madrugada del domingo al raso en la cubierta junto a los agentes de Vigilancia Aduanera que los interceptaron a 93 millas al sureste de Cartagena. Una vez en el puerto, las balanzas arrojaron 7.980 kilos de hachís distribuidos en más de 300 fardos, cifras que evidenciaban que los 5.000 kilos que habían calculado a ojo los funcionarios se habían quedado muy cortos. «No es normal que un velero de algo más de 15 metros de eslora lleve tanta droga. Esta cantidad es más propia de barcos de pesca y o mercantes», apunta una fuente cercana al caso. De hecho, los investigadores creen que un buque nodriza de esas características fue el que surtió al velero en algún punto de Alborán antes de poner rumbo al corazón del Mediterráneo. Aunque el delegado especial de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) de Murcia, José Manuel Alarcón, aseguró ayer que los tripulantes declararon que el destino de la droga estaba en aguas del sur de Malta, esta hipótesis había que tomarla «con cierta cautela».

Los investigadores no descartan otras opciones, sobre todo por los bidones de gasóleo que la embarcación llevaba a bordo. Esto podría significar que efectivamente querían cubrir un trayecto muy largo a motor o, por el contrario, que el velero podría suministrar hachís y combustible a otras embarcaciones que se encargarían de llevar los fardos hasta la costa. La operación Mar se activó este fin de semana cuando los medios aéreos de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria detectaron al yate Diosa Astarté, con matrícula de Málaga y alquilado a una empresa con base en la capital y Marbella, navegando sin rumbo fijo en una zona habitualmente utilizada para la carga de este tipo de estupefaciente. El seguimiento del yate culminó con su abordaje a las 13.30 horas del domingo y el hallazgo de los fardos.

La Agencia Tributaria recuerda que esta operación vuelve a producirse en la llamada Ruta del Mediterráneo Oriental, elegida por las organizaciones de narcotráfico para introducir enormes cantidades de hachís en grandes buques. En apenas tres años, en esta zona se han producido al menos 25 intervenciones, algunas de ellas con final en el puerto de Málaga. En marzo de 2014, seis tripulantes del Mayak fueron detenidos con casi 17 toneladas de hachís, mientras que el año pasado los nueve tripulantes del Just Reema fueron sorprendidos con más de 15 toneladas.