La lluvia hizo ayer acto de presencia en buena parte de la provincia de Málaga, impidiendo algunas salidas procesionales, pero esas precipitaciones siguen siendo escasas para llenar de caudal los pantanos de la provincia. Con la primavera recién comenzada y con la temporada alta ya prácticamente en marcha, los embalses malagueños están sufriendo una situación que a medio plazo, una vez pasado el verano, puede ser incluso de situación de prealerta de sequía.

A día de ayer, las presas de la provincia acumulaban 335 hectómetros cúbicos, lo que las sitúa a un 54% de su capacidad de almacenamiento, según los datos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Y las lluvias de ayer, que dejaron un máximo de algo más de 20 litros en algunos puntos, fueron más cuantiosas en zonas de la Serranía y de la Costa del Sol, lo que no repercutirá en el nivel de llenado de los embalses. De hecho, en el conjunto de pantanos del Guadalhorce-Guadalteba apenas cayeron hasta las diez de la noche cuatro litros.

En el resto de la provincia, las precipitaciones dejaron 21 litros en Pujerra; 19,5 en Jubrique y 18 en el río Guadalhorce a su paso por Cártama. En la zona de la Aljaima, donde se sitúan algunos de los pozos que se utilizaron en la anterior sequía, se registraron casi 13 litros y en Río Grande, 15. En el embalse de la Concepción cayeron 14 litros y Ronda y Coín superaron los 11.

Tiempo. Las previsiones de la Aemet apuntan a que la inestabilidad continuará hoy, con un 30% de probabilidades por la mañana y un 35% por la tarde, desapareciendo la amenaza de lluvia a partir de las 18.00 horas. Para el resto de la semana, en principio, no se espera que vuelva a haber chubascos y las temperaturas irán en aumento día a día hasta alcanzar unas máximas de 22 grados el Viernes Santo, una tónica que se mantendrá durante el fin de semana.