Desde diciembre de 2014 a abril de 2015 la asociación de vecinos del Puerto de la Torre fue enumerando en una serie de reportajes en La Opinión las carencias y reclamaciones principales del barrio, con vistas a que las elecciones municipales supusieran un revulsivo para el que considera «el Patito feo de Málaga», por la poca atención que recibe.

Un año después, el veterano presidente vecinal Álvaro Siles hace balance con una sonrisa de resignación: «Todo sigue igual».

La cita tiene lugar el Martes Santo en el parque Andrés Jiménez, frente a los terrenos de la feria. Sí hay una novedad en el parque, la reciente plantación de pequeñas encinas, acebuches, alcornoques y algarrobos. «Lo ha hecho el Ayuntamiento con el Plan de Arbolado, tenían que haberlos plantado a final de octubre o noviembre para que hubieran cogido agua. Ahora vamos a ver si no se pierde la mitad si tenemos un veranito de sequía», declara Salvador Vera, de la asociación de vecinos.

Álvaro Siles recuerda que han arrancado cientos de árboles secos ante la falta de riego y que el parque, de 90.000 metros cuadrados, tenía que haberlo realizado la promotora de El Cañaveral. Además, resalta que los carriles están «intransitables», que no hay luz y que el auditorio se usa para hacer botellón.

También escuece el cierre el año pasado de la piscina del Puerto de la Torre. Del polideportivo prometido en 2002 -además de la piscina- y el centro social no hay ni rastro. «El Ayuntamiento ha quedado en que van a reparar la piscina con 160.000 euros, como quedó con el antiguo adjudicatario. Y a partir de ahí saldrá el concurso para la adjudicación, así que todavía nos falta un año», cuenta el presidente vecinal.

Por cierto que al pleno municipal de febrero acudió una representación de vecinos del Chaparral, para denunciar a su vez el incumplimiento del pleno de marzo de 2015 que acordó arreglar las calles Orozco y Galaxia, sin aceras y hormigonadas por los vecinos a comienzos de los 90.

Y le sigue chirriando a los vecinos el símbolo del barrio, la torre del Atabal del siglo XV, deformada para muchos tras la restauración de 2001. Álvaro Siles recuerda que sigue descuidado el entorno, con los focos rotos y que el acceso a este parque de la Torre del Atabal resulta impracticable para la mayoría de vecinos.

Y un disgusto vecinal ha sido la confirmación de que no contarán con un paso peatonal que deje de cortar el barrio por la llegada de la hiperronda. «Nos han dicho que una pasarela por arriba podría costar como todo el presupuesto municipal y que un paso peatonal está prohibido», resume Álvaro Siles.

Críticas a Urbanismo. Otras de las quejas, la infrautilización de la incubadora de empresas del antiguo colegio Niño de Belén, la falta de agua en una quincena de viviendas del Llanillo y el limbo urbanístico en que se encuentra el Arroyo España, a la espera de la ejecución de un plan especial desde 1983.

A este respecto lamenta también «los Peris mantenidos decenas de años injustamente y a ultranza, que mantienen a miles de ciudadanos con la preocupación constante y con la imposibilidad de poder desarrollar su habitabilidad legalmente y ajustada a la realidad socio-laboral».

El presidente critica además con dureza a la Gerencia de Urbanismo y la compara con «una losa inoperante, incapaz de dar soluciones o cumplir con sus compromisos, un gigante paralizante».

Para Salvador Vera, la situación del Puerto de la Torre es preocupante: «Llevamos 20 años de atraso con respecto a las demás barriadas, vas a Ciudad Jardín y hay parques infantiles que han cambiado en un año dos veces y aquí ni los han hecho siquiera».

Salvador Vera saca a colación el parque de la Virgen de las Cañas, «el único del barrio que está medio en condiciones y que tiene que dar abastecimiento a 16 o 17 barriadas porque lo que hay por ahí arriba es para verlo». El Patito feo sigue con muchas cuentas pendientes.