­Pese a las críticas de varios colectivos de vecinos y comerciantes y al reciente anuncio del equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Málaga de interponer hasta un recurso contencioso-administrativo para anular la aprobación del proyecto básico de la prolongación en superficie de la línea 2 del metro hacia el hospital Civil, la Consejería de Fomento y Vivienda sigue adelante con sus planes de prolongar en superficie la línea 2, y ayer viernes entregó al Ayuntamiento el proyecto constructivo, una vez culminada su redacción y supervisión técnica.

La previsión de Fomento, una vez celebrada una reunión bilateral con el Ayuntamiento de Málaga en las próximas semanas, es sacar a concurso público en mayo la construcción de los 1,8 kilómetros del trazado sobre una base de licitación de 41.428.872 euros y un plazo de ejecución de 24 meses.

Igualmente, se ha remitido un escrito de respuesta a las observaciones efectuadas por el Ayuntamiento al estudio de movilidad para la reordenación del tráfico en las calles Eugenio Gross y Blas de Lezo, por donde discurrirá esta extensión de la línea 2, entre la Estación Guadalmedina y el entorno del hospital Civil.

El estudio de movilidad que se ha remitido plantea el desvío del tráfico de paso, equivalente a dos tercios de la intensidad media diaria de vehículos en este eje -un total de 23.000 coches al día-, a otros itinerarios alternativos, en los que se intervendría para aumentar su capacidad. También propone actuaciones para la mejora de la conectividad y accesibilidad a dicho eje para preservar el tráfico de proximidad, es decir, el de los residentes, que está plenamente garantizado con la reordenación, señalan desde la consejería de Fomento.

Este nuevo paso de la Junta de Andalucía obedece a las palabras del consejero de Fomento, Felipe López, que a finales de marzo dejó claro que no aceptaría más vaivenes del alcalde, Francisco de la Torre, sobre el proyecto que el mismo firmó en un protocolo de intenciones el 11 de noviembre de 2013 y que luego ratificó en junio de 2015 durante una visita oficial que le hizo la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, donde incluso obtuvo el compromiso del alcalde de defender el tramo en superficie. «Nos esforzaremos para conseguir el consenso y la participación vecinal del distrito de Bailén-Miraflores porque así está escrito», declaró De la Torre.

Pero desde aquella fecha hasta hoy, el alcalde de la ciudad ha vuelto a poner encima de la mesa su idea de sustituir el tranvía por un metrobús hasta el hospital Civil y se ha apoyado en el movimiento vecinal de esta zona que rechaza el tranvía, e incluso apoyó que se celebrara una consulta popular para decidir qué hacer. De hecho es intención del equipo de gobierno del PP presentar su idea de una plataforma reservada para autobuses en la próxima reunión bilateral que se convocará en breve una vez que la Junta remitió ayer al Ayuntamiento el proyecto constructivo del metro al Civil.

Sin embargo, esta propuesta no es contemplada por parte de la Junta de Andalucía, que ya a finales de marzo explicó que no negociarían sobre el ´metrobús´ ni de ningún otro proyecto al trazado ya pactado en el protocolo de intenciones de noviembre de 2013. La consejería de Fomento añadía que tales compromisos se recogieron no sólo en aquel protocolo, sino también en el cambio de la concesión y en la novación del crédito de la concesionaria con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), ambos suscritos en julio de 2014 , y advirtieron que romper estos acuerdos tienen consecuencias económicas y financieras.

Por tanto a la espera de que se concrete la fecha de la reunión entre el Ayuntamiento y Fomento, a ésta última le queda también por cerrar el frente abierto con los vecinos del entorno de Eugenio Gross, que en la noche del pasado jueves volvieron a rechazar el proyecto en superficie (no se oponen a que vaya hasta el Civil soterrado) pese a que la Junta ha mantenido durante las últimas semanas más de treinta reuniones con colectivos para explicarles de primera mano el proyecto.

Fomento ha incluido también en el proyecto que entregó ayer mejoras sobre la reurbanización de Eugenio Gross y Blas de Lezo después de las obras; un nuevo plan de tráfico y analizar el impacto en los aparcamientos de los residentes o el impacto en los autobuses de la EMT.

La prolongación de la línea 2 del metro hasta el hospital Civil forma parte -junto al tramo Guadalmedina-Atarazanas, actualmente en ejecución- de la solución final para culminar la red del ferrocarril urbano pactada entre la Junta y el Ayuntamiento. Su trazado discurre desde la estación de Guadalmedina, a través del eje conformado por las calles Armengual de la Mota-Hilera-Santa Elena-Eugenio Gross y Blas de Lezo hasta el entorno de los hospitales Civil y Materno.

El recorrido consta de 1,8 kilómetros de longitud lineal, de los que 1.160 metros se desarrollan mediante plataforma reservada en superficie; en concreto, desde la calle Santa Elena hasta Eugenio Gross-Blas de Lezo, con regulación semafórica en los cruces y prioridad para el transporte público.

En dicho recorrido se localizarán cuatro paradas y la estimación de demanda para esta prolongación, que dará cobertura al distrito Bailén-Miraflores -el cuarto más poblado de la capital-, así como al referido equipamiento sanitario, se estima en tres millones de usuarios al año.